Los legisladores se disponen este martes a emitir los primeros votos en el pleno del Senado sobre un histórico proyecto que ofrece la mejor posibilidad en décadas de rehacer el sistema migratorio del país y ofrecer la eventual ciudadanía a millones de personas.
Antes de las votaciones preliminares del martes para permitir oficialmente el avance del debate, los senadores estuvieron preparando enmiendas sobre temas polémicos que incluyen seguridad fronteriza, reembolso de impuestos y cobertura en salud. Algunos republicanos buscan fortalecer las cláusulas referentes a seguridad para votar con comodidad por la iniciativa. Otras medidas de los republicanos ya fueron rechazadas por los demócratas por considerarlas intentos para anular el proyecto de ley al afectar los frágiles cimientos que sustentan los acuerdos logrados.
Los que apoyan la iniciativa buscan determinar qué medidas podrían aceptar para asegurar más votos a favor de parte de los republicanos sin perder el respaldo demócrata. Están buscando un sólida demostración de apoyo de parte del Senado, donde los demócratas son mayoría, que pudiera presionar a actuar a la Cámara de Representantes, donde los republicanos son más.
El presidente Barack Obama, que ha hecho de la reforma inmigratoria prioridad en su segundo mandato, hablará esta mañana en un acto en la Casa Blanca donde elogiará los esfuerzos del Senado y renovará el llamado a aprobar la reforma.
Las dos votaciones previstas para este martes serán para permitir oficialmente el debate y se espera que ambas sean aprobadas por márgenes confortables porque incluso algunos senadores con profundas dudas sobre el proyecto consideran que el tema merece ser debatido.
Las verdaderas batallas serán en los próximos días y semanas, porque el demócrata Harry Reid, líder de la mayoría en el Senado, quiere que la iniciativa final sea aprobada antes del 4 de julio.
Antes de las votaciones preliminares del martes para permitir oficialmente el avance del debate, los senadores estuvieron preparando enmiendas sobre temas polémicos que incluyen seguridad fronteriza, reembolso de impuestos y cobertura en salud. Algunos republicanos buscan fortalecer las cláusulas referentes a seguridad para votar con comodidad por la iniciativa. Otras medidas de los republicanos ya fueron rechazadas por los demócratas por considerarlas intentos para anular el proyecto de ley al afectar los frágiles cimientos que sustentan los acuerdos logrados.
Los que apoyan la iniciativa buscan determinar qué medidas podrían aceptar para asegurar más votos a favor de parte de los republicanos sin perder el respaldo demócrata. Están buscando un sólida demostración de apoyo de parte del Senado, donde los demócratas son mayoría, que pudiera presionar a actuar a la Cámara de Representantes, donde los republicanos son más.
El presidente Barack Obama, que ha hecho de la reforma inmigratoria prioridad en su segundo mandato, hablará esta mañana en un acto en la Casa Blanca donde elogiará los esfuerzos del Senado y renovará el llamado a aprobar la reforma.
Las dos votaciones previstas para este martes serán para permitir oficialmente el debate y se espera que ambas sean aprobadas por márgenes confortables porque incluso algunos senadores con profundas dudas sobre el proyecto consideran que el tema merece ser debatido.
Las verdaderas batallas serán en los próximos días y semanas, porque el demócrata Harry Reid, líder de la mayoría en el Senado, quiere que la iniciativa final sea aprobada antes del 4 de julio.
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