Un hombre vinculado con el caso de homicidio que se imputa al ex jugador de los Patriots de Nueva Inglaterra, Aaron Hernández, dijo a la policía que el acusado admitió haber hecho los disparos fatales, de acuerdo con documentos presentados el martes ante una corte en Florida.
Las declaraciones constituirían la evidencia más contundente presentada hasta ahora contra el deportista. Además, se asienta en los documentos que un vehículo buscado en el caso de un doble asesinato en Boston un año antes, fue alquilado a nombre de Hernández.
Los documentos señalan que Carlos Ortiz, amigo de Hernández, dijo a los investigadores que otro hombre, Ernest Wallace, dijo que el ex jugador admitió haber disparado contra Odin Lloyd en un parque industrial.
En ese lugar, cercano a la casa de Hernández en North Attleborough, Massachusetts, apareció el cadáver de Lloyd, jugador semiprofesional de fútbol americano, acribillado a tiros.
Los documentos fueron presentados en la corte por parte del departamento policial de Miramar, Florida, para justificar el allanamiento realizado a la casa de Wallace en esa ciudad.
La información añade que, durante la investigación de la muerte de Lloyd, la policía hizo algunos allanamientos en Bristol, Connecticut, la ciudad natal de Hernández. Esas operaciones hallaron un vehículo que se buscaba en relación con un doble homicidio perpetrado en julio de 2012 en Boston. La policía dijo que el vehículo había sido alquilado en nombre de Hernández.
El ex tight end de los Patriots se ha declarado inocente del asesinato de Lloyd. Sus abogados no respondieron el martes a los mensajes que se les enviaron para solicitarles declaraciones.
Los fiscales señalan que Hernández, Wallace y otro hombre viajaron en un auto con Lloyd al parque industrial donde se habría cometido el asesinato.
Ortiz dijo a la policía que después de recoger a Lloyd, los cuatro volvieron a North Attleborough. En el camino, Hernández reclamó a Lloyd que hubiera conversado con gente con la que el jugador de la NFL tenía problemas, según los documentos.
Pero Ortiz dijo a la policía que Hernández y Lloyd se estrecharon la mano y que el problema parecía zanjado. Poco después de que el vehículo se detuvo, todos los ocupantes salvo Ortiz descendieron para orinar, de acuerdo con el relato.
El testigo dijo también a la policía que oyó disparos antes de que Hernández y Wallace volvieran al auto sin Lloyd. El vehículo arrancó a toda velocidad.
Wallace enfrenta un cargo como supuesto ayudante para la comisión de un homicidio, y se ha declarado inocente.
Otros registros judiciales señalan que Hernández "se molestó" y le azotó la puerta a los policías que acudieron a su casa tras la muerte de su amigo.
El jugador llamó también al teléfono celular de su novia y le pidió que no hablara con la policía después de que los agentes le solicitaron a ella que orillara su automóvil y le dijeron que Lloyd estaba muerto.
De acuerdo con una declaración jurada, que se vincula con órdenes de allanamiento dadas a conocer el martes, Hernández se acercó a los policías después de que se percató de que estaban estacionados frente a su casa en North Attleboro el 17 de junio, el día en que fue hallado el cadáver de Lloyd.
Los agentes dijeron que le preguntaron sobre una camioneta deportiva que había rentado. Hernández les respondió que la alquiló para Lloyd y que lo había visto por última vez en Boston un día antes, afirman los documentos.
Luego Hernández se molestó, dijo "¿por qué todas estas preguntas?", se metió a su casa y cerró la puerta con llave, agrega la declaración jurada.
Después regresó para entregarles la tarjeta de presentación de su abogado, y no respondió cuando los policías le dijeron que estaban investigando un fallecimiento.
"El señor Hernández azotó la puerta y volvió a cerrarla con llave", afirman los registros. "El señor Hernández no le preguntó a los agentes quién era la persona cuya muerte estaban investigando. La actitud del señor Hernández no mostró ningún interés por la muerte de ninguna persona".
Unos 10 minutos después, el jugador salió de nuevo y accedió a ser interrogado en un cuartel de policía, de acuerdo con los documentos.
Hernández permanece detenido sin derecho a fianza tras declararse inocente del asesinato de Lloyd. Sus abogados han dicho que la evidencia en su contra es circunstancial y que él está ansioso de limpiar su nombre.
Ocho órdenes judiciales de allanamiento fueron dadas a conocer el martes después de que varios medios de comunicación solicitaron acceso a los archivos.
Dichas órdenes revelan la amplitud de la investigación, en la que las autoridades registran a fondo todo lo que hay en la casa de Hernández y el contenido de su casillero en el equipo, que los Patriots habían vaciado en un contenedor.
Entre los artículos que la policía incautó están un fusil y municiones halladas en la vivienda del jugador de fútbol americano.
Los registros también ofrecen detalles de una discusión que la policía tuvo con la novia de Hernández, Shayanna Jenkins, después de que la mujer lo dejó en un cuartel de la policía.
Los agentes dijeron que le pidieron que orillara su automóvil y ella rompió a llorar al enterarse que Lloyd estaba muerto. Posteriormente les dijo que la última vez que lo vio fue dos días antes.
Les dijo también que el 16 de junio había salido con Hernández a una cena por el Día del Padre, pero regresaron temprano a casa y ella se fue a acostar. Indicó que el jugador salió esa noche y ella desconocía con quién estaba.
Posteriormente Jenkins recibió una llamada telefónica de Hernández, que le mencionó que su agente le había recomendado que le dijera que no hiciera declaraciones a la policía, agregan los textos.
Los documentos también ofrecen algunos detalles sobre lo ocurrido el 14 de junio, el viernes antes de la muerte de Lloyd a balazos. Los fiscales dicen que ese día, Hernández y Lloyd acudieron a un club nocturno de Boston llamado "Rumor". La fiscalía dice que el ex jugador de los Patriots orquestó la muerte de Lloyd porque le molestó que hablara con ciertas personas en el club.
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