Los corredores de apuestas estaban felices el lunes al ver que miles de británicos apostaban sobre el nombre que el príncipe Guillermo y su esposa Catalina darían a su nuevo bebé.
Ladbrokes recibió 50.000 apuestas después que la duquesa de Cambridge empezó con las labores del parto el lunes por la mañana. El vocero de la empresa, Alex Donohue, dijo que la gente se apresuró a apostar pequeñas sumas —como por ejemplo una libra— sobre el nombre del futuro infante porque quieren "estar involucrados".
"Nunca subestimen la obsesión del público británico con la familia real", afirmó.
Durante gran parte del día, las apuestas favorecían a Alexandra, si era niña, y James o George, si era niño. Más tarde el lunes se anunció que Catalina había dado a luz a un varón, aunque no se dijo nada sobre el nombre.
La agencia de apuestas Coral indicó que se trata del mayor evento de apuestas no deportivas en la historia de la compañía, en la que la gente corre a apostar sobre todo lo relacionado con el nuevo heredero al trono.
"Todo el mundo ha estado esperando a que Catalina comenzase las labores de parto, y ahora que ha empezado hemos presenciado otro frenesí de apuestas", dijo Nicola McGeady, vocera de la firma, en las horas previas al anuncio del nacimiento.
Y las apuestas fueron mucho más allá del nombre.
Paddy Power aceptó apuestas sobre el color del vestido que Pippa Middleton, hermana de Catalina, luciría cuando visite a su sobrino.
Ladbrokes tenía probabilidades de 33-1 a que el nuevo heredero, que será tercero en línea para el trono, representará a Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos. No es algo tan descabellado: la atleta ecuestre Zara Phillips, nieta de la reina, ganó medalla de plata en las Olimpiadas de Londres en el 2012.
Sin embargo, los británicos tendrán que esperar, ya que no es inusual que el palacio se tome su tiempo para escoger el nombre adecuado. La reina Isabel II y su esposo Felipe esperaron un mes para nombrar al príncipe Carlos.
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