Legisladores conservadores de Costa Rica están molestos por posiblemente haber aprobado sin quererlo la legalización de las uniones civiles de homosexuales cuando aprobaron un proyecto de ley esta semana.
La presidenta Laura Chinchilla firmó el jueves ya tarde una ley de servicios sociales y normas de matrimonio para jóvenes.
Los legisladores más conservadores no notaron que la versión final del proyecto de ley modificó la redacción de la definición del matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer.
Después de darse cuenta de que habían aprobado una ley que "otorga derechos sociales y beneficios de una unión civil, sin ninguna discriminación", los legisladores le pidieron a Chinchilla que vetara la ley, a lo que la presidenta se negó.
Los legisladores conservadores dicen que impugnarán la ley, que alegan va contra los valores familiares.
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