Dos españoles y un estadounidense fueron corneados el viernes durante el encierro del festival de San Fermín, y uno de los astados sembró el pánico durante varios minutos en las calles de la parte antigua de Pamplona.
La tensión aumentó cuando uno de los toros embistió al español Diego Miralles, de 31 años, lo tiró al suelo y lo mantuvo empitonado durante casi 30 segundos, mientras otros corredores trataban de alejarlo tirándole del rabo. El hombre quedó brevemente colgado de uno de los cuernos.
Los otros corredores lograron finalmente arrastrarlo cogido de los pies a lugar seguro.
El gobierno regional de Navarra indicó que dos españoles y un estadounidense fueron corneados en el encierro, mientras que otros dos españoles y otro estadounidense fueron llevados a hospitales por heridas sufridas en caídas y al ser pisoteados durante el evento.
El Diario de Navarra reportó que el estadounidense Patrick Ekols, de 20 años, fue corneado en el abdomen.
El director del Hospital de Navarra, Javier Sesma, dijo que los cirujanos extirparon el bazo del estadounidense por haber sido perforado por asta de toro. Agregó que el joven se encuentra estable.
Sesma dijo que el español al que el toro mantuvo en el suelo fue corneado tres veces, en una ingle, una rodilla y un muslo.
"Las heridas no son graves, como podría haber sido de esperar al ver la imágenes por televisión", dijo Sesma.
Ninguno de las personas trasladadas al hospital se reporta grave.
Las autoridades hospitalarias dijeron inicialmente que cuatro personas habían sido corneadas, pero el gobierno regional informó que sólo fueron tres.
Los corneados de esta mañana son los primeros que se registran en los Sanfermines de este año, en los cuales miles de personas corren al lado de seis toros de lidia por un trayecto de 850 metros (930 yardas) desde un corral hasta la plaza de toros.
El encierro del viernes duró poco menos de cinco minutos, casi el doble de lo normal. Los encierros largos ocurren por lo general cuando algún toro se separa de la manada y se desorienta, lo que lo hace más peligroso.
Los encierros son televisados a nivel nacional y son el plato fuerte del festival de nueve días.
Los toros que participan cada mañana son estoqueados por matadores de prestigio en las corridas vespertinas, y su carne es servida como manjar en algunos restaurantes de Pamplona.
Decenas de personas resultan heridas cada año en los encierros. La mayoría se lastima al tropezarse y caer.
Los toros que participan en la festividad llegan a pesar 625 kilogramos (1.380 libras), y han matado a 15 personas desde que comenzó a llevarse registro en 1924.
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