El senador Marco Rubio está renovando sus lazos entre partidarios del tea party y su defensa de causas tradicionales del Partido Republicano, en momentos en que batalla para reparar su imagen como un abanderado de los conservadores.
El cambio se produce después de que el potencial candidato presidencial en los comicios del 2016 presionó en el Senado para aprobar un proyecto de ley de reforma migratoria que ha recibido críticas desde algunos sectores de derecha que podrían ser cruciales para su futuro.
Rubio, de ascendencia cubana, se reunió con unos 50 activistas conservadores y otros legisladores el martes en un encuentro del grupo cercano al tea party en el Senado, lo que lo juntó en la misma habitación con los representantes de los activistas de base que ayudaron a alimentar su improbable victoria para llegar al Senado en 2010.
El senador de Florida, considerado un candidato presidencial formidable en 2016 si aspira a la Casa Blanca, pasó meses defendiendo una propuesta de reforma migratoria integral, pero ha estado ausente en los esfuerzos de cabildeo desde que el proceso se trasladó a la Cámara de Representantes.
En cambio, ha retomado causas conservadoras que apoyó en el pasado: enfatizó su oposición a la ley de salud del presidente Barack Obama al presionar por eliminar su financiación, respaldó una medida para poner más restricciones a la financiación estadounidense de las Naciones Unidas y se opuso a la elección de la Casa Blanca para dirigir el Departamento de Trabajo.
El giro se produce en momentos en que algunos de sus partidarios se muestran frustrados con su apoyo del plan de inmigración del Senado.
Los participantes dijeron que Rubio fue recibido con afecto en la reunión a puerta cerrada y debatió la reforma de inmigración y la ley de salud de Obama. La reunión también contó con la presencia de republicanos como el senador por Texas Ted Cruz, la representante por Minnesota Michele Bachmann y el senador por Wisconsin Ron Johnson.
Asesores de Rubio insisten en que el senador no está tratando de distanciarse del tema de la inmigración, sino que simplemente da a la cámara el espacio necesario para hacer su trabajo.
"Creo que cualquiera que cuestione el compromiso del senador Rubio con la reforma migratoria ha estado viviendo en una cueva durante los últimos siete meses", dijo el portavoz de Rubio, Alex Conant. Agregó que a la cámara baja se le debe dar "el tiempo y el espacio para considerar su propia legislación de inmigración y él no va a ser parte de ningún esfuerzo para presionar a la Cámara".
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