Una iniciativa aprobada recientemente,
que exige a los vendedores de helados y paletas bajar el volumen de
sus altavoces y bocinas mientras recorren los vecindarios y las
playas de la ciudad, además de apagar la música al estacionarse, ha
causado descontento entre los comerciantes de Long Beach, en donde
36% de los habitantes son latinos.
De acuerdo a Bob Bakshi, dueño de la
distribuidora Long Beach Ice Cream, de no pararse esta prohibición,
se podría dar una reacción en cadenan que afectaría también a las
“loncheras”.
"Si
no los detenemos ahora ellos [los concejales] tomarán más pasos.
Luego irán contra las 'loncheras' y después la ley se extenderá a
otras ciudades",
señaló.
Por
su parte, Rogelio Esparza, quien junto con su familia opera una
“lonchera” desde hace 14 años, señaló que estas medidas buscan
acabar con los vendedores independientes para favorecer a las grandes
empresas.
“Van
a seguir. Quieren quitar a los independientes para que entren las
compañías grandes. Yo les he dicho a los de las nieves: 'una patada
que te den a ti me va a doler a mí. Todos sabemos hacia dónde van",
declaró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario