Tras
30 años de decepciones, un equipo logró reclamar el premio Sikorsky
al primer helicóptero que funciona únicamente con el poder de los
músculos humanos.
Aerovelo,
una “startup” canadiense, fundada por Todd Reichert y Cameron
Robertson, logró la hazaña y se hizo del premio de la FAI, La
Federación Internacional de Aviación, por 250 mil dólares.
El
vehículo logró romper el récord de elevarse 10 pies durante 60
segundos y de no salirse de un área de 10 x 10 metros, como un
helicóptero.
La
hazaña se logró dentro de un gimnasio escolar con una nave llamada
Atlas, la cual, en dos intentos previos, alcanzó alturas de 2 y de
2.5 metros.
Apenas
momentos antes de que los estudiantes ingresaran al Aula, Reichet
logró alcanzar el récord que estaba sin poder lograrse desde 1980.
Por supuesto, en las redes sociales no se hicieron esperar las comparaciones con Ícaro y Dédalo, aquellas figuras mitológicas griegas que volaron con su propio poder, muriendo el primer al acercarse demasiado al sol.
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