Tras ser acusado por al menos 10
mujeres de conducta inapropiada y acoso sexual, el todavía alcalde
de San Diego Bob Filner comenzó hoy dos semanas de “terapia
intensiva” en una clinica cuyo nombre no se dio a conocer.
A pesar de los problemas que le han
causado sus conductas, Filner insiste en que no descuidará el
funcionamiento de la ciudad y que no cederá su autoridad durante su
estadía en rehabilitación.
San Diego, por su parte, seguirá
funcionando como si Filner estuviera de vacaciones, apoyado por el
recientemente nombrado Walt Ekard a cargo del aspecto operativo de la
ciudad.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos
del político por mantenerse en el poder, cada vez más voces se unen
al coro de personas que exigen que Filner renuncie. Otros, por su
parte, buscan llevar a cabo una revocación de mandato en contra del
alcalde.
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