Atrapado entre un estancamiento en Washington y las crisis de política exterior, el presidente Barack Obama sostendrá el viernes una conferencia de prensa antes de tomar sus vacaciones de agosto.
Es muy probable que la sesión vespertina con los reporteros ofrezca los primeros comentarios sobre su decisión de cancelar una cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin como represalia por el asilo otorgado por Moscú al ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense Edward Snowden. Obama podría enfrentar preguntas además sobre una amenaza terrorista que ha llevado al cierre de sedes diplomáticas de Estados Unidos en el extranjero, así como sobre caos político en Egipto.
Obama ha visto su agenda interna obstaculizada por la oposición republicana, lo que ha impedido que el mandatario se haya apuntado un logro legislativo importante este año.
Una propuesta de ley de reforma de inmigración fue aprobada en el Senado pero tiene un futuro incierto en una Cámara de Representantes dominada por los republicanos. Además, los legisladores republicanos siguen realizando votaciones básicamente simbólicas para anular la ley de atención médica aprobada por el presidente.
Y más tarde en el año esperan choques con el Congreso sobre el presupuesto.
El Congreso está en medio de un receso de un mes, y los legisladores regresarán a Washington a inicios de septiembre. El presidente va a tomarse una pausa de una semana a partir del sábado, junto cuando viaja con su familia a Martha's Vineyard, la isla de Massachusetts que se ha vuelto un retiro veraniego regular para la familia Obama.
El presidente realizó su última conferencia de prensa completa en la Casa Blanca en abril, aunque ha respondido a preguntas ocasionales de reporteros y ha concedido entrevistas.
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