El arzobispo de Minneapolis, John Nienstedt, ha pedido una reforma a las leyes federales de inmigración que contemplen un camino a la ciudadanía para los inmigrantes que viven sin autorización en el país.
Nienstedt presidió el miércoles un panel sobre la reforma a las leyes de inmigración en la Facultad de Derecho de la Universidad St. Thomas en Minneapolis.
El prelado dijo que cada inmigrante es una persona y cada una tiene "derechos fundamentales e inalienables que se deben respetar".
El diario The Star Tribune (http://bit.ly/17Fnw7H ) reporta que casi 200 personas asistieron al foro, donde sacerdotes católicos, líderes empresariales y defensores de los inmigrantes exhortaron a los representantes federales a apoyar la exhortación del presidente Barack Obama a aprobar nuevas leyes de inmigración.
Los partidarios de esta medida alegan que son necesarias porque el sistema no funciona.
La participación de Nienstedt marcó un regreso a la política del líder católico tras la fallida campaña de la Iglesia el año pasado para prohibir el matrimonio gay en Minnesota.
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