La Casa Blanca insistió hoy en que los republicanos de la Cámara de Representantes deben aprobar una reforma migratoria integral y que no existe un "plan B" si el Congreso no la aprueba este año.
Durante su acostumbrada rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el Congreso debe aprobar una "reforma migratoria integral" porque eso beneficiará a la economía estadounidense.
En una entrevista con la cadena televisiva Telemundo el martes pasado, el presidente Barack Obama afirmó que no puede congelar la deportación de todos los indocumentados, como piden los grupos pro inmigrantes, más allá del programa puesto en marcha en 2012 para suspender por dos años la deportación de ciertos estudiantes indocumentados.
En ese sentido, Carney reiteró que Obama "tiene la obligación de hacer cumplir las leyes" y que en la entrevista con Telemundo dejó en claro que "no hay un plan B" en lo que se refiere a una reforma migratoria integral.
"Los que apoyan una reforma migratoria no deben creer que existe algún plan B (Marco Rubio dice que sí) que sea una alternativa viable a que la Cámara de Representantes haga lo correcto para EE.UU. y permita que un proyecto de ley que tiene amplio apoyo en el país y amplio apoyo bipartidista en el Senado sea votado", subrayó Carney.
El objetivo de esa reforma, recordó Carney, es resolver el problema de la inmigración ilegal, algo que a su juicio "ayuda a la economía, ayuda a la clase media, incrementa el crecimiento (económico)" y ayuda a reducir el déficit.
Agregó que el presidente de la Cámara Baja, John Boehner, debería someter a voto la reforma para eliminar un problema que, a su juicio, dificulta el futuro político del partido de oposición.
"Simplemente háganlo. No dolerá, y los beneficios serán enormes para la economía, para la clase media e incluso para el Partido Republicano", dijo Carney dirigiéndose a los republicanos.
El Senado aprobó su versión de la reforma migratoria el pasado 27 de junio, pero Boehner ha dicho que su bancada elaborará su propia iniciativa, con énfasis en la seguridad fronteriza. Hasta ahora, la Cámara Baja no ha presentado su propia versión.
Los grupos defensores de los inmigrantes han venido presionando por una reforma migratoria ante el Congreso, y también han dirigido sus protestas contra Obama para que frene las deportaciones.
Se calcula que alrededor de 1.6 millones de indocumentados han sido deportados del país durante el primer mandato de Obama, y que unos mil son expulsados a diario.
Frank Sharry, director ejecutivo de America's Voice, uno de los grupos pro inmigrantes, dijo hoy que Boehner debe programar un voto de la reforma en la Cámara Baja y no dejarse influir por los extremistas dentro de su partido que se oponen a la iniciativa.
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