Un hombre chino de 26 años de edad se mutiló brutalmente,
convencido que su trabajo en una fábrica no le daría tiempo de encontrar una
pareja sentimental.
Tras cometer el acto, el joven residente de la provincia de Jiangsu se arrepintió, por lo cual se
dirigió rápidamente a un hospital cercano en bicicleta, para que le volvieran a
conectar el miembro.
Sin embargo, para su desgracia, había olvidado el pene en su
casa, por lo cual tuvo que regresar por él en el mismo vehículo.
Para cuando regresó a la clínica, era demasiado tarde: los
doctores le explicaron a Yang Hu que el órgano había pasado demasiado tiempo
sin sangre, por lo cual era imposible reimplantarlo.
Los amigos de Hu han emitido críticas contra el hospital, ya
que creen que si lo hubieran trasladado en ambulancia, podría haber salvado su
miembro.
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