jueves, 24 de octubre de 2013

Indignación por asesinato policiaco del niño Andy López en Santa Rosa, California



Luto, indignación y enojó causó la ejecución por parte de un grupo de policías nerviosos del niño Andy Lopez en el condado de Sonoma, California.

Andy Lopez Cruz, un niño de 13 años de edad, asistía a la escuela, en donde también jugaba basketball y tocaba la trompeta. Al regresar de su casa con un arma de juguete que disparaba “balas” de plástico, fue interceptado y acribillado por un oficial de policía, quien en su estupidez no pudo distinguir un arma de plástico de una de verdad.

El niño fue ultimado en Moorland Avenue, al este de la Autopista 101. Se encontraba apenas a unos cientos de metros de su casa.



El juguete pertenecía a un amigo de Andy, con quien gustaba de jugar acompañado de otro grupo de amigos. Los oficiales no tomaron en cuenta que estaban enfrentando a un menor y que el arma no era verdadera, señalan los familiares.

Amigos y familia de Andy han comenzado a hacer memoriales tanto en la escuela en donde estudiaba el octavo grado como en el lugar donde fue acribillado. Animales de peluche, velas, flores y un arma de juguete han sido dejados como ofrenda.

Aunque no se han especificado el número de impactos de bala que recibió Andy, los oficiales de policía han señalado en su reporte que tras derribarlo, fue esposado primero y después comenzaron “maniobras para resucitarlo”.


El niño, quien es recordado por sus maestros como una persona “amable, inteligente y capaz”, murió en el lugar de los hechos.

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