Ayudantes del Sheriff del condado de Sonoma, California,
asesinaron a un niño de 13 años de edad, Andy Lopez, quien caminaba a su casa después
de asistir a la escuela.
Los oficiales vieron al niño caminar con un arma de juguete
mientras vestía una sudadera con capucha color azul, confundiendo el objeto con
un rifle de verdad.
Tras apuntarle con sus armas y ordenarle al niño que soltara
el arma, Andy volteó para ver a los oficiales y fue acribillado a balazos.
De acuerdo al teniente Paul Henry, “uno de los asistentes
del Sheriff describió que mientras el ‘sujeto’ –un niño de 13 años de edad,
latino- volteó hacia él, el cañón del rifle apuntó a su dirección”, así que “por
su seguridad, la seguridad de su compañero y la seguridad de los miembros de la
comunidad”, abrió fuego, matando al niño en el lugar de los hechos.
En el cadáver de Andy se encontró otra arma de juguete,
informaron las autoridades. Por su parte, los maestros del niño se refirieron a
él como una persona “amable, inteligente y capaz”.
Ezau Ruiz, familiar del fallecido niño, señaló que la
comunidad de Sonoma está harta de la violencia policiaca, afirmando que no van
a dejar que esto pase como si nada y que “es suficiente”.
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