Con cada vez menos tiempo, los esfuerzos de los republicanos de la Cámara de Representantes para que se apruebe una iniciativa de ley presentada para que el gobierno de Estados Unidos reanude operaciones y evite una mora de pagos, se colapsaron el martes por la noche.
En tanto, una de las principales calificadoras del país alertó que podría degradar la calidad crediticia del país.
La decisión del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y del liderazgo republicano de retirar una iniciativa que presentaron horas antes parece marcar el fin de un día en el que las negociaciones parecían estar a punto de rendir frutos.
Hasta el momento, no habían hecho comentarios el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, ni el líder de los senadores republicanos Mitch McConnell, sobre los siguientes pasos, mientras el gobierno dividido buscaba librarse de otra crisis.
Mientras el día de juntas secretas y frenéticas maniobras se desarrollaba en todas las esquinas del Capitolio, la senadora demócrata Barbara Mikulski dijo por la tarde ante el pleno del Senado que "estamos a 33 horas de convertirnos en un país moroso, que no paga sus deudas a su propia gente y a otros acreedores".
En Nueva York, la firma Fitch dijo que está revisando la calificación AAA de crédito del gobierno para una posible reducción. Fitch, una de las tres calificadoras más importantes de Estados Unidos, indicó que "la politiquería y la reducida flexibilidad financiera podrían incrementar el riesgo de que Estados Unidos incumpla sus pagos".
En Wall Street, el índice industrial Dow Jones cayó 133 puntos, después de registrar ganancias un día antes por el optimismo de que podría lograrse un acuerdo.
El plan que redactaron los republicanos de la Cámara Baja daría fondos al gobierno hasta el 15 de enero y le proporcionaría al Tesoro la capacidad de pedir prestado normalmente hasta el 7 de febrero.
El cierre parcial comenzó hace 15 días, después que los republicanos se negaron a aceptar una medida de financiamiento temporal para dar dinero al gobierno para seguir funcionando, a menos que el presidente Barack Obama aceptara cambios o aplazara su reforma de salud. Los republicanos también se negaron a elevar la cantidad de recursos de los que puede disponer el Tesoro para pagar las obligaciones del país. El gobierno se quedará sin dinero el 17 de octubre.
Los republicanos han cesado sus demandas respecto al programa de salud conocido como Obamacare.
Un par de cláusulas del proyecto causaron fuertes críticas, porque una de ellas suspendería un nuevo impuesto a los dispositivos médicos creado con el Obamacare y la otra impondría estándares de ingresos más estrictos a individuos y familias que buscan subsidios en salud previstos en dicha ley. Ambas fueron retiradas de la iniciativa.
Además, retiraría las contribuciones del gobierno federal a los gastos médicos de los legisladores y altos funcionarios gubernamentales.
Incluso con los cambios, no estaba claro si los republicanos de la Cámara de Representantes tenían los votos para aprobar la medida.
Horas antes, un vocero de Boehner había dicho que la iniciativa sería votada el martes por la noche.
"La Cámara votará esta noche para reabrir el gobierno y evitar el impago", informó el portavoz Michael Steel. Indicó que el proyecto de ley "presionará a los demócratas en el Senado para aceptar tiempos más sensibles" para reabrir el gobierno y renovar la capacidad de endeudamiento del Tesoro.
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