Los pasajeros de aviones han sido ya despojados de espacio para estirar las piernas, la comida caliente y el espacio personal. Ahora podrían incluso perder su silencio.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) considera derogar su vieja prohibición de realizar llamadas telefónicas celulares en los aviones, indicando que ha llegado el momento de "revisar nuestras normas trasnochadas y retroactivas".
Empero, para muchos viajeros ello significaría la eliminación de uno de los últimos santuarios en un mundo súperconectado. Todo el mundo quiere estar conectado mientras viaja, pero nadie desea verse atrapado junto a otra personas que no cesa de hablar durante la totalidad de un vuelo entre Nueva York y Las Vegas, por ejemplo.
"Uno solo puede estar a favor de esto es si la FCC ordena que todos aquellos que deseen usar sus teléfonos celulares se sienten junto a familias con niños gritones", dijo el viajero frecuente Joe Winogradoff.
Amtrak y muchas empresas ferroviarias suburbanas han creado vagones de silencio para los que no quieran verse atrapados al lado de una persona que habla con elevado tono de voz. No es difícil imaginar que las aerolíneas ofrezcan "filas de silencio", aunque seguramente costarán más. Cabe esperar que tengan más éxito que el viejo sistema de secciones para fumadores y no fumadores.
Un sindicato de personal auxiliar de vuelo se ha pronunciado ya contra el cambio, indicando que un avión lleno de pasajeros charlatanes podría ocasionar discusiones y minar la seguridad.
El pasajero Kai Xu tiene otra preocupación: ¿Qué ocurrirá con el limitado número de lavabos en un avión?
"¿Serán las cabinas telefónicas de aquellos que deseen hablar en privado por teléfono?", preguntó.
Empero, no todo el mundo rechaza la idea. Craig Robins, un abogado que vuela casi 160.000 kilómetros (100.000 millas) al año, dijo que un levantamiento parcial de la restricción sería una "bendición a medias".
"Tener la capacidad de comunicarme con mi oficina, mi familia y mis amigos, especialmente al hacer planes necesarios para que me recojan en el aeropuerto y reuniones el día de la llegada es algo valiosísimo", indicó. "Por supuesto, lo malo es el viajero desconsiderado que no se da cuenta de lo alto que habla. Eso es lo que nos va a volver locos".
La mayoría de las aerolíneas del Medio Oriente y algunas de Asia y Europa permiten ya el uso de teléfonos celulares en vuelo. Las señales de los teléfonos celulares de los pasajeros son transmitidas vía satélite o por un "picocell" especial a tierra. Las llamadas celulares pueden ser técnicamente efectuadas hoy en aviones estadounidenses vía satélite, pero bloquean a empresas como Skype, en parte por temor a que acaparen la limitada banda ancha.
A las pocas horas del anuncio de la FCC, la industria de la telefonía celular respaldó la idea. Las aerolíneas cobran ya por acceso a la internet. Y no cuesta mucho imaginar que cobren por el uso del teléfono celular.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) considera derogar su vieja prohibición de realizar llamadas telefónicas celulares en los aviones, indicando que ha llegado el momento de "revisar nuestras normas trasnochadas y retroactivas".
Empero, para muchos viajeros ello significaría la eliminación de uno de los últimos santuarios en un mundo súperconectado. Todo el mundo quiere estar conectado mientras viaja, pero nadie desea verse atrapado junto a otra personas que no cesa de hablar durante la totalidad de un vuelo entre Nueva York y Las Vegas, por ejemplo.
"Uno solo puede estar a favor de esto es si la FCC ordena que todos aquellos que deseen usar sus teléfonos celulares se sienten junto a familias con niños gritones", dijo el viajero frecuente Joe Winogradoff.
Amtrak y muchas empresas ferroviarias suburbanas han creado vagones de silencio para los que no quieran verse atrapados al lado de una persona que habla con elevado tono de voz. No es difícil imaginar que las aerolíneas ofrezcan "filas de silencio", aunque seguramente costarán más. Cabe esperar que tengan más éxito que el viejo sistema de secciones para fumadores y no fumadores.
Un sindicato de personal auxiliar de vuelo se ha pronunciado ya contra el cambio, indicando que un avión lleno de pasajeros charlatanes podría ocasionar discusiones y minar la seguridad.
El pasajero Kai Xu tiene otra preocupación: ¿Qué ocurrirá con el limitado número de lavabos en un avión?
"¿Serán las cabinas telefónicas de aquellos que deseen hablar en privado por teléfono?", preguntó.
Empero, no todo el mundo rechaza la idea. Craig Robins, un abogado que vuela casi 160.000 kilómetros (100.000 millas) al año, dijo que un levantamiento parcial de la restricción sería una "bendición a medias".
"Tener la capacidad de comunicarme con mi oficina, mi familia y mis amigos, especialmente al hacer planes necesarios para que me recojan en el aeropuerto y reuniones el día de la llegada es algo valiosísimo", indicó. "Por supuesto, lo malo es el viajero desconsiderado que no se da cuenta de lo alto que habla. Eso es lo que nos va a volver locos".
La mayoría de las aerolíneas del Medio Oriente y algunas de Asia y Europa permiten ya el uso de teléfonos celulares en vuelo. Las señales de los teléfonos celulares de los pasajeros son transmitidas vía satélite o por un "picocell" especial a tierra. Las llamadas celulares pueden ser técnicamente efectuadas hoy en aviones estadounidenses vía satélite, pero bloquean a empresas como Skype, en parte por temor a que acaparen la limitada banda ancha.
A las pocas horas del anuncio de la FCC, la industria de la telefonía celular respaldó la idea. Las aerolíneas cobran ya por acceso a la internet. Y no cuesta mucho imaginar que cobren por el uso del teléfono celular.
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