El defensor del pueblo Bill de Blasio fue elegido el martes como alcalde de Nueva York, lo que lo convierte en el primer demócrata en ganar la alcaldía de la ciudad más grande de Estados Unidos desde 1989.
De Blasio, ex jefe de la agencia de tránsito del área, derrotó al republicano Joe Lhota y sucederá al magnate Michael Bloomberg, quien ocupó el cargo por 12 años. El demócrata hizo campaña sobre una plataforma liberal y sin complejos en la que prometió cobrar más impuestos a los más acaudalados, un drástico contraste con el historial de Bloomberg.
El demócrata, de 52 años, mantuvo durante semanas una abrumadora ventaja en las encuestas y asumirá al cargo el 1 de enero. Será el alcalde número 109 de Nueva York.
Bloomberg, quien primero compitió como republicano y luego se volvió independiente, guió a Nueva York tras los atentados del 11 de septiembre y la crisis en Wall Street. Dejará su cargo después de tres mandatos.
De Blasio hizo una campaña anti Bloomberg en la que cargó contra la desigualdad económica y retrató a Nueva York como "una historia de dos ciudades" —la rica y la clase obrera— con un alcalde a favor de las empresas y el desarrollo y quien hizo su fortuna gracias a una compañía de información financiera que lleva su nombre.
El demócrata, quien vive en Brooklyn, llegó a los neoyorquinos que él aseguraba fueron olvidados por el gobierno de Bloomberg, más centrado en Manhattan, y pidió que se aumentaran los impuestos a los que ganan más para financiar la educación preescolar universal. También prometió mejorar las oportunidades económicas para las minorías y los vecindarios de clase trabajadora.
De Blasio lamentó los supuestos abusos por la política de la policía de la ciudad para detener y registrar a las personas sin motivo aparente y que se intensificó cuando un juez federal determinó que esa medida discriminaba injustamente a negros e hispanos. El candidato, un caucásico casado con una mujer de raza negra, también sacó provecho de un anuncio de campaña donde sale su hijo de 16 años con un enorme peinado afro.
Lhota, de 59 años, criticó la "historia de dos ciudades" de su rival y argumentó que el tiempo que De Blasio pasó en con los sandinistas en Nicaragua en la década de 1980 como voluntario y activista lo volvió marxista. El republicano también acredita a la ley de detener sin justificación a sospechosos la caída del crimen en la ciudad.
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