Hacer que los pasajeros aborden un avión rápida y eficazmente es tan complicado que ni siquiera un astrofísico pudo dar con una solución óptima.
El astrofísico, Jason Steffen de la Universidad de Illinois, usualmente dedica su tiempo a estudiar elementos complejos como partículas y átomos, pero un día que tuvo que volver a esperar en una cola para entrar en un avión, se propuso idear un modelo para resolver el problema de cómo hacer que la gente entre y se siente más rápido.
"Se me ocurrió que tenía que haber una mejor manera", expresó.
Por ello, tras hacer unos cuantos cálculos, dedujo que el mejor sistema era primero hacer sentar a la gente en la fila de ventanillas, luego los de los asientos del medio y luego los de los pasillos.
Pero había un escollo: los pasajeros tendrían que abordar en orden preciso, lo cual es esperar demasiado si se toma en cuenta que se trata de la misma gente que a veces se niega a apagar su teléfono celular a pesar de que no está permitido usarlo en los aviones en vuelo.
Resignado, Steffen comenta: "bueno, ya veo por qué las aerolíneas no me están llamando para pedirme consejos".
Aun así, las empresas están buscando la forma perfecta de abordar.
La mayoría de las aerolíneas aplican un esquema en que los pasajeros de primera clase o los de clase de negocios abordan primero. Después, algunas aerolíneas hacen que los pasajeros aborden de atrás hacia adelante. Otros hacen que sienten primero los de las ventanillas, luego los del medio y luego los del pasillo.
Southwest Airlines ni siquiera asigna asientos sino que deja que los pasajeros suban y se sienten donde quieran. Los que quieran subirse primero tienen que pagar extra.
Estas medidas parecen detalles, pero son más importantes de lo que se piensa.
A los pasajeros les gusta abordar temprano porque así pueden colocar sus maletas de mano en los compartimientos superiores. Para las aerolíneas, cada minuto que un avión está parado en la pista incrementa la probabilidad de que el vuelo se demore, lo que perjudica las evaluaciones de puntualidad de la aerolínea y deriva en que los pasajeros pierdan sus vuelos de conexión.
Además, a las líneas aéreas les cuesta dinero cuando sus vuelos se retrasan. En un estudio realizado por la Universidad del Norte de Illinois se determinó que una aerolínea, que no fue identificada, perdía 30 dólares por cada minuto de tardanza.
American Airlines, que aborda a sus pasajeros desde la parte trasera del avión hacia el frente, con la excepción de los de la clase de élite, dice que toma unos 25 minutos para que los pasajeros aborden en aviones más pequeños como los Boeing 737, y unos 35 minutos en una aeronave de mayores proporciones, como el Boeing 777.
En semanas recientes, United y American — la más grande y la tercera más grande entre las aerolíneas de Estados Unidos — han revelado nuevas estrategias para agilizar este procedimiento.
American permitirá entrar al avión primero a los que no coloquen nada en los maleteros de cabecera. La idea es hacer que la gente se siente rápido antes de que entren los que tienen que colocar arriba sus maletas, lo cual bloquea el flujo de personas.
Por su parte, United redujo el número de grupos que abordan, de siete a cinco, y añadió canales en las salas de espera, incluso en los aeropuertos grandes los aumentó de dos a cinco. Ello busca reducir el número de pasajeros que obstruyen el flujo de gente porque se acercan a la entrada del avión antes de que su grupo sea convocado.
American y United pusieron a prueba sus nuevos procedimientos en algunos aeropuertos antes de aplicarlos universalmente. El director ejecutivo de United, Jeff Smisek, dice que su método ha logrado reducir las demoras en 60%.
Las aerolíneas han estado tratando de mejorar sus sistemas para abordar desde que comenzaron los vuelos comerciales, pero la tarea se ha complicado, ya que ahora hay distintas clases de pasajeros, y a algunos se les permite abordar antes si pagan extra.
Desde el 2008, la mayoría de las grandes aerolíneas cobran por enviar el equipaje a la carga, lo que influye para que los pasajeros lleven más cosas en la mano. Al mismo tiempo, las líneas han reducido la cantidad de vuelos a fin de ahorrarse dinero, lo que hace que cada avión lleve más gente. Como resultado, los baúles superiores han cobrado un valor inusitado.
Al reconocer el valor de esos recovecos, desde hace tres años Spirit Airlines cobra por guardar cosas allí, y la tarifa hoy en día asciende a 100 dólares.
La aerolínea dice que al cobrar, se reduce la cantidad de pasajeros que toman esa opción y por lo tanto se aligera el paso al abordar la aeronave. Las aerolíneas más grandes no han emulado a Spirit por temor a molestar a los pasajeros y han buscado otras maneras de aligerar el ingreso al avión.
En mayo, American Airlines comenzó a ofrecer abordar en forma anticipada a pasajeros que sólo portaran equipaje pequeño capaz de ser colocado bajo el asiento. En una prueba realizada en varios aeropuertos, la velocidad al abordar mejoró en dos minutos por vuelo, dijo Kevin Doeksen, director de planificación de la aerolínea. Los minutos se acumulan y representan una gran diferencia cuando se trata de American, que opera unos 1.900 vuelos por día.
¿Y cómo evitar que un pasajero se cuele al prometer colocar su maletín debajo del asiento pero después colocándolo en el baúl de arriba?
"Por supuesto que ello ocurre; decir lo contrario sería mentir", dijo Tessa Letren, una agente de American que regula el ingreso a los aviones en el Aeropuerto Internacional Baltimore-Washington. "No siempre podemos hacer cumplir las reglas".
Aun así, Letren favorece la nueva política pues según dice, reduce el tiempo en que el avión está en la pista entre vuelo y vuelo.
Antes de la fusión entre United y Continental Airlines en el 2010, United hacía ingresar primero a los pasajeros con asientos de ventanilla, luego los de asiento del medio y luego los de asiento junto al pasillo, mientras que Continental lo hacía de atrás para adelante. Tras unas pruebas, la aerolínea fusionada mantuvo la técnica que usaba United. Hace unos meses, United estableció colas adicionales para abordar, a fin de aligerar el aglomeramiento de personas en las salas.
La técnica de abordar primero a los de atrás y luego los de adelante, usada por muchas aerolíneas, parecería lógica. Pero algunos ejercicios han demostrado que es más lenta que la de ventanas/medio/pasillo.
"Si un pasajero está en el asiento de pasillo y llega el pasajero del asiento del medio, el pasajero tiene que desabrocharse el cinturón de seguridad y levantarse", expresó Ken Bostock, director de relaciones con el consumidor para United. "Quizás tarda no más que 20 ó 25 segundos, pero ocurre muchas veces".
Lou Agudo, agente que regula el ingreso a los aviones de United y que antes trabajaba para Continental, dice que abordar en base a las filas de asiento se prestaba a confusión. Justo cuando pensaba que todos los del Grupo 2 habían abordado, llamaba al Grupo 3 y "unas veinte personas se acercaban y decían que no escucharon". Algunos realmente no habían escuchado el llamado, mientras que otros se levantaban e iban a la puerta sin razón, comenta.
Cualquier técnica que aligere el paso es positiva, dice Yosief Ghirmai, auditor de la empresa Raytheon Co. en Frisco, Texas, quien asegura que las aerolíneas extranjeras han aliviado el ajetreo de los viajes aéreos para los clientes que pagan más, como él.
"Las aerolíneas internacionales respetan el sistema de abordar por prioridades", dijo Ghirmai, quien citó como ejemplo la aerolínea Cathay Pacific de Hong Kong. "Aquí, uno tiene que luchar para llegar a la cola prioritaria para abordar, con los niños, con el equipaje. El concepto (en Estados Unidos) es el mismo, pero la aplicación allá es mucho más eficiente".
Selita García, de Chicago, se pregunta por qué alguien que está en un asiento de enfrente querría abordar primero.
"Siempre que entro al avión me topo con la gente de primera clase, les pego con el bolso, se me va la maleta", dice García, administradora de un consultorio médico y quien llevaba a su nieto a Puerto Vallarta, en México. "¿Por qué tendrían ellos que abordar primero, si el avión de todas maneras no sale hasta que estemos todos adentro?"
Otros prefieren entrar primero para tener tiempo de asentarse antes del despegue.
Kausalya Palavesam, una gerente de mercadeo quien regresaba de una conferencia en Atlanta, dijo que unos 15 pasajeros en su vuelo de American aceptaron la oferta de aerolínea de depositar su equipaje de mano en el compartimiento de carga a cambio de abordar primero.
"¿Por qué no?" expresó. "Allá arriba en el compartimiento superior tampoco va a caber".
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El astrofísico, Jason Steffen de la Universidad de Illinois, usualmente dedica su tiempo a estudiar elementos complejos como partículas y átomos, pero un día que tuvo que volver a esperar en una cola para entrar en un avión, se propuso idear un modelo para resolver el problema de cómo hacer que la gente entre y se siente más rápido.
"Se me ocurrió que tenía que haber una mejor manera", expresó.
Por ello, tras hacer unos cuantos cálculos, dedujo que el mejor sistema era primero hacer sentar a la gente en la fila de ventanillas, luego los de los asientos del medio y luego los de los pasillos.
Pero había un escollo: los pasajeros tendrían que abordar en orden preciso, lo cual es esperar demasiado si se toma en cuenta que se trata de la misma gente que a veces se niega a apagar su teléfono celular a pesar de que no está permitido usarlo en los aviones en vuelo.
Resignado, Steffen comenta: "bueno, ya veo por qué las aerolíneas no me están llamando para pedirme consejos".
Aun así, las empresas están buscando la forma perfecta de abordar.
La mayoría de las aerolíneas aplican un esquema en que los pasajeros de primera clase o los de clase de negocios abordan primero. Después, algunas aerolíneas hacen que los pasajeros aborden de atrás hacia adelante. Otros hacen que sienten primero los de las ventanillas, luego los del medio y luego los del pasillo.
Southwest Airlines ni siquiera asigna asientos sino que deja que los pasajeros suban y se sienten donde quieran. Los que quieran subirse primero tienen que pagar extra.
Estas medidas parecen detalles, pero son más importantes de lo que se piensa.
A los pasajeros les gusta abordar temprano porque así pueden colocar sus maletas de mano en los compartimientos superiores. Para las aerolíneas, cada minuto que un avión está parado en la pista incrementa la probabilidad de que el vuelo se demore, lo que perjudica las evaluaciones de puntualidad de la aerolínea y deriva en que los pasajeros pierdan sus vuelos de conexión.
Además, a las líneas aéreas les cuesta dinero cuando sus vuelos se retrasan. En un estudio realizado por la Universidad del Norte de Illinois se determinó que una aerolínea, que no fue identificada, perdía 30 dólares por cada minuto de tardanza.
American Airlines, que aborda a sus pasajeros desde la parte trasera del avión hacia el frente, con la excepción de los de la clase de élite, dice que toma unos 25 minutos para que los pasajeros aborden en aviones más pequeños como los Boeing 737, y unos 35 minutos en una aeronave de mayores proporciones, como el Boeing 777.
En semanas recientes, United y American — la más grande y la tercera más grande entre las aerolíneas de Estados Unidos — han revelado nuevas estrategias para agilizar este procedimiento.
American permitirá entrar al avión primero a los que no coloquen nada en los maleteros de cabecera. La idea es hacer que la gente se siente rápido antes de que entren los que tienen que colocar arriba sus maletas, lo cual bloquea el flujo de personas.
Por su parte, United redujo el número de grupos que abordan, de siete a cinco, y añadió canales en las salas de espera, incluso en los aeropuertos grandes los aumentó de dos a cinco. Ello busca reducir el número de pasajeros que obstruyen el flujo de gente porque se acercan a la entrada del avión antes de que su grupo sea convocado.
American y United pusieron a prueba sus nuevos procedimientos en algunos aeropuertos antes de aplicarlos universalmente. El director ejecutivo de United, Jeff Smisek, dice que su método ha logrado reducir las demoras en 60%.
Las aerolíneas han estado tratando de mejorar sus sistemas para abordar desde que comenzaron los vuelos comerciales, pero la tarea se ha complicado, ya que ahora hay distintas clases de pasajeros, y a algunos se les permite abordar antes si pagan extra.
Desde el 2008, la mayoría de las grandes aerolíneas cobran por enviar el equipaje a la carga, lo que influye para que los pasajeros lleven más cosas en la mano. Al mismo tiempo, las líneas han reducido la cantidad de vuelos a fin de ahorrarse dinero, lo que hace que cada avión lleve más gente. Como resultado, los baúles superiores han cobrado un valor inusitado.
Al reconocer el valor de esos recovecos, desde hace tres años Spirit Airlines cobra por guardar cosas allí, y la tarifa hoy en día asciende a 100 dólares.
La aerolínea dice que al cobrar, se reduce la cantidad de pasajeros que toman esa opción y por lo tanto se aligera el paso al abordar la aeronave. Las aerolíneas más grandes no han emulado a Spirit por temor a molestar a los pasajeros y han buscado otras maneras de aligerar el ingreso al avión.
En mayo, American Airlines comenzó a ofrecer abordar en forma anticipada a pasajeros que sólo portaran equipaje pequeño capaz de ser colocado bajo el asiento. En una prueba realizada en varios aeropuertos, la velocidad al abordar mejoró en dos minutos por vuelo, dijo Kevin Doeksen, director de planificación de la aerolínea. Los minutos se acumulan y representan una gran diferencia cuando se trata de American, que opera unos 1.900 vuelos por día.
¿Y cómo evitar que un pasajero se cuele al prometer colocar su maletín debajo del asiento pero después colocándolo en el baúl de arriba?
"Por supuesto que ello ocurre; decir lo contrario sería mentir", dijo Tessa Letren, una agente de American que regula el ingreso a los aviones en el Aeropuerto Internacional Baltimore-Washington. "No siempre podemos hacer cumplir las reglas".
Aun así, Letren favorece la nueva política pues según dice, reduce el tiempo en que el avión está en la pista entre vuelo y vuelo.
Antes de la fusión entre United y Continental Airlines en el 2010, United hacía ingresar primero a los pasajeros con asientos de ventanilla, luego los de asiento del medio y luego los de asiento junto al pasillo, mientras que Continental lo hacía de atrás para adelante. Tras unas pruebas, la aerolínea fusionada mantuvo la técnica que usaba United. Hace unos meses, United estableció colas adicionales para abordar, a fin de aligerar el aglomeramiento de personas en las salas.
La técnica de abordar primero a los de atrás y luego los de adelante, usada por muchas aerolíneas, parecería lógica. Pero algunos ejercicios han demostrado que es más lenta que la de ventanas/medio/pasillo.
"Si un pasajero está en el asiento de pasillo y llega el pasajero del asiento del medio, el pasajero tiene que desabrocharse el cinturón de seguridad y levantarse", expresó Ken Bostock, director de relaciones con el consumidor para United. "Quizás tarda no más que 20 ó 25 segundos, pero ocurre muchas veces".
Lou Agudo, agente que regula el ingreso a los aviones de United y que antes trabajaba para Continental, dice que abordar en base a las filas de asiento se prestaba a confusión. Justo cuando pensaba que todos los del Grupo 2 habían abordado, llamaba al Grupo 3 y "unas veinte personas se acercaban y decían que no escucharon". Algunos realmente no habían escuchado el llamado, mientras que otros se levantaban e iban a la puerta sin razón, comenta.
Cualquier técnica que aligere el paso es positiva, dice Yosief Ghirmai, auditor de la empresa Raytheon Co. en Frisco, Texas, quien asegura que las aerolíneas extranjeras han aliviado el ajetreo de los viajes aéreos para los clientes que pagan más, como él.
"Las aerolíneas internacionales respetan el sistema de abordar por prioridades", dijo Ghirmai, quien citó como ejemplo la aerolínea Cathay Pacific de Hong Kong. "Aquí, uno tiene que luchar para llegar a la cola prioritaria para abordar, con los niños, con el equipaje. El concepto (en Estados Unidos) es el mismo, pero la aplicación allá es mucho más eficiente".
Selita García, de Chicago, se pregunta por qué alguien que está en un asiento de enfrente querría abordar primero.
"Siempre que entro al avión me topo con la gente de primera clase, les pego con el bolso, se me va la maleta", dice García, administradora de un consultorio médico y quien llevaba a su nieto a Puerto Vallarta, en México. "¿Por qué tendrían ellos que abordar primero, si el avión de todas maneras no sale hasta que estemos todos adentro?"
Otros prefieren entrar primero para tener tiempo de asentarse antes del despegue.
Kausalya Palavesam, una gerente de mercadeo quien regresaba de una conferencia en Atlanta, dijo que unos 15 pasajeros en su vuelo de American aceptaron la oferta de aerolínea de depositar su equipaje de mano en el compartimiento de carga a cambio de abordar primero.
"¿Por qué no?" expresó. "Allá arriba en el compartimiento superior tampoco va a caber".
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