México demostró que por algo es el campeón: Con un doblete de Iván Ochoa y otro tanto de Marco Granados, despachó el martes 3-0 a Argentina y se clasificó a la final del Mundial Sub17 de fútbol en el que buscará su tercera corona.Para Argentina, esta derrota la deja otra vez sin poder siquiera acceder a una final de este torneo, el único a nivel mundial que los Albicelestes jamás ganaron.
Con argumentos de sobra en defensa y en ataque, el temple de México salió a relucir con el amanecer del partido cuando su Raúl Gudiño le atajó un penal a Sebastián Driussi y después Ochoa, delantero del Pachuca, selló el triunfo con sus goles, en ambos casos en acciones en la primera etapa. Argentina se quedó con uno menos a los 30 minutos cuando Joaquín Ibáñez fue expulsado por juego brusco.
Gudiño y Ochoa también fueron los héroes de México en la ronda anterior, cuando el "Tri" cosechó otra victoria épica sobre Brasil por penales 11-10 después de empatar 1-1. Ochoa abrió la cuenta en los 90 minutos y Gudiño atajó dos penales en la definición por esa vía.
Otra vez las manos de Gudiño salvaron a su equipo cuando apenas a los tres minutos le atajó el penal a media altura de Driussi, tras una falta de Salomón Wbias sobre ese mismo jugador.
Y los errores en el arco ajeno se pagan en el propio, un viejo axioma del fútbol que será un amargo recuerdo para los argentinos.
Tras ese penal desperdiciado, México se aprovechó de una desconcertada Argentina para aplicarle dos mazazos de nocaut con los goles de Ochoa a los 5 y 20 minutos, el primero tras aprovechar un rebote en un tiro de esquina y el segundo a boca de jarro luego de un pase de Ulises Jaimes.
Granados selló la cuenta en un contragolpe a los 85 minutos, cuando Argentina presionaba por el descuento.
Posesión del esférico, circulación y toque fueron las claves de México, ante un rival que no encontró un rumbo claro hacia el gol aunque tuvo algunas jugadas a favor como un disparo de Driussi a quemarropa que se fue apenas alto.
Más por necesidad que por convicción, Argentina se acomodó más en la ofensiva en la segunda etapa y le dio a México un par de sustos, como ocurrió con un remate de Iván Leszczuk que se perdió a un costado del poste derecho y otro del infatigable Driussi que se fue sobre el travesaño.
Para frenar esos ímpetus, el técnico mexicano Raúl Gutiérrez intentó que su equipo volviese a presionar arriba e hizo entrar a Granados por Jaimes, en lo que fue un cambio entre delanteros. Una táctica que pudo darle sus frutos a México cuando el arquero argentino Hugo Batalla se lanzó a los pies de Ochoa para birlarle una pelota que tenía destino de red.
Después, Granados le dio la total tranquilidad a México al sellar el triunfo con un remate desde la derecha al capitalizar un pase de Omar Govea, ante el equipo de Argentina cuyo técnico fue Humberto Grondona, quien dirigió al Tri en el Mundial Sub17 de Finlandia 2003.
En el segundo minuto de descuento, Argentina se quedó con nueve jugadores por expulsión de su arquero Batalla por juego brusco.
México disputará el título el viernes con el ganador del duelo de más tarde entre Suecia y Nigeria, equipo este último que en el primer partido vapuleó 6-1 a México.
Con argumentos de sobra en defensa y en ataque, el temple de México salió a relucir con el amanecer del partido cuando su Raúl Gudiño le atajó un penal a Sebastián Driussi y después Ochoa, delantero del Pachuca, selló el triunfo con sus goles, en ambos casos en acciones en la primera etapa. Argentina se quedó con uno menos a los 30 minutos cuando Joaquín Ibáñez fue expulsado por juego brusco.
Gudiño y Ochoa también fueron los héroes de México en la ronda anterior, cuando el "Tri" cosechó otra victoria épica sobre Brasil por penales 11-10 después de empatar 1-1. Ochoa abrió la cuenta en los 90 minutos y Gudiño atajó dos penales en la definición por esa vía.
Otra vez las manos de Gudiño salvaron a su equipo cuando apenas a los tres minutos le atajó el penal a media altura de Driussi, tras una falta de Salomón Wbias sobre ese mismo jugador.
Y los errores en el arco ajeno se pagan en el propio, un viejo axioma del fútbol que será un amargo recuerdo para los argentinos.
Tras ese penal desperdiciado, México se aprovechó de una desconcertada Argentina para aplicarle dos mazazos de nocaut con los goles de Ochoa a los 5 y 20 minutos, el primero tras aprovechar un rebote en un tiro de esquina y el segundo a boca de jarro luego de un pase de Ulises Jaimes.
Granados selló la cuenta en un contragolpe a los 85 minutos, cuando Argentina presionaba por el descuento.
Posesión del esférico, circulación y toque fueron las claves de México, ante un rival que no encontró un rumbo claro hacia el gol aunque tuvo algunas jugadas a favor como un disparo de Driussi a quemarropa que se fue apenas alto.
Más por necesidad que por convicción, Argentina se acomodó más en la ofensiva en la segunda etapa y le dio a México un par de sustos, como ocurrió con un remate de Iván Leszczuk que se perdió a un costado del poste derecho y otro del infatigable Driussi que se fue sobre el travesaño.
Para frenar esos ímpetus, el técnico mexicano Raúl Gutiérrez intentó que su equipo volviese a presionar arriba e hizo entrar a Granados por Jaimes, en lo que fue un cambio entre delanteros. Una táctica que pudo darle sus frutos a México cuando el arquero argentino Hugo Batalla se lanzó a los pies de Ochoa para birlarle una pelota que tenía destino de red.
Después, Granados le dio la total tranquilidad a México al sellar el triunfo con un remate desde la derecha al capitalizar un pase de Omar Govea, ante el equipo de Argentina cuyo técnico fue Humberto Grondona, quien dirigió al Tri en el Mundial Sub17 de Finlandia 2003.
En el segundo minuto de descuento, Argentina se quedó con nueve jugadores por expulsión de su arquero Batalla por juego brusco.
México disputará el título el viernes con el ganador del duelo de más tarde entre Suecia y Nigeria, equipo este último que en el primer partido vapuleó 6-1 a México.
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