El veredicto de culpabilidad de William Lynn, quien fue encarcelado por el manejo de quejas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes fue cancelado este jueves y se ordenó su liberación.
Un panel de tres jueces de la Corte Superior rechazó por unanimidad los argumentos presentados por los fiscales de que el monseñor William Lynn, el primer clérigo estadounidense en ser acusado o declarado culpable por el manejo de las quejas de abuso sexual cometido por sus sacerdotes, supervisaba el bienestar de cualquier niño en particular.
El abogado de Bergstrom dijo “Ha estado en prisión durante 18 meses por un crimen que no cometió y que no podía cometer ante la ley”, “Es increíble lo que le sucedió a este hombre”.
El cura de 62 años, está cumpliendo una sentencia de 3 a 6 años de cárcel después de que en el 2012 fue declarado culpable de poner en riesgo a niños. Sus representantes legales trataban de llegar en un arreglo de que saliera en libertad el mismo jueves de la prisión estatal de Waymart.
Los fiscales presentaron entre sus argumentos durante el juicio de que Lynn estuvo resignando a pederastas a nuevas parroquias alrededor de Filadelfia mientras él era secretario para el clero de la arquidiócesis de 1992 a 2004.
El veredicto de culpabilidad aplicada a este clérigo partió del caso del sacerdote Edward Avery, encontrado culpable de haber abusado de un niño en 1998 después de ser transferido.
Desde hace mucho tiempo los abogado de Lynn argumentaron que en ese entonces la ley estatal sobre poner en peligro a niños sólo se aplicaba a los padres y cuidadores, no a supervisores como Lynn. Este argumento fue rechazado por la juez M. Teresa Sarmina y permitió que el caso procediera, pero el panel de la Corte Superior revirtió su decisión.
El fiscal de distrito, Seth Williams, comenta estar en total desacuerdo con la decisión.
“Aunque estamos decidiendo cuál será nuestro próximo paso a seguir, lo más seguro es que apelaremos”.
La comunidad que apoya a Lynn opinan que él fue un chivo expiatorio por los pecados de la iglesia, incluidos los dos cardenales a los que no les han presentado cargos.
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