Dreonna Breton tiene un hijo de 1 año y 6 meses de edad, y otro niño en camino. Pero la enfermera de 29 años de edad de Pennsylvania también ha sufrido tres abortos involuntarios.
Y así, cuando sus supervisores en el centro médico de Lancaster Horizons Healthcare le informó a todo su personal de que una vacuna contra la gripe era necesaria, Breton se negó. A pesar de que reconoció que el CDC recomienda que las mujeres embarazadas tomen la vacuna. Ella citó la poca investigación sobre cómo la vacuna afecta en realidad a las mujeres embarazadas. "Yo no voy a ser el 1 por ciento de la gente que tiene un problema", dijo a CNN el sábado.
Pero su decisión dio lugar a un problema diferente: Ella fue despedida.
Breton hizo presentó cartas tanto de su partera y su médico de atención primaria respaldando su decisión, con este último diciendo que, si bien la vacuna es segura, su salud se vería perjudicada a causa de la ansiedad que causaría, informa WGAL.
Ella también dijo que iba a usar una mascarilla durante el trabajo, pero Horizons le dio un plazo hasta el 17 de diciembre para recibir la vacuna o su relación laboral con este centro terminaría.
Aunque la compañía otorga exenciones por razones religiosas o médicas, Breton dice que no vio ninguna razón médica válida. Breton no tiene planes de demandar, pero quiere que la empresa le eche un vistazo a su política.
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