Los expertos en este tema comentan que los incidentes como el reciente robo de datos en las tiendas Target empeorarán si no se aplican las mejoras necesarias para impedirlos.
Esto se debe principalmente a que las tarjetas de crédito y débito en Estados Unidos emplean cintas magnéticas, fáciles de copiar, en las que se guarda la información de las cuentas en base a la misma tecnología que los casetes de audio.
Mallory Duncan, consejero legal de la Federación Minorista Nacional comenta lo siguiente “Estamos usando tarjetas del siglo XX contra ciberpiratas del siglo XXI”, “Los ladrones han progresado, y las tarjetas no”.
En muchos países, las personas tienen tarjetas que emplean un microprocesador con la información de la cuenta, el cual genera un código único cada vez que la tarjeta es utilizada. Esto les dificulta a los delincuentes el duplicarlas, tanto que en general ni siquiera se molestan en intentarlo.
De acuerdo a Jason Oxman, director de la Asociación de Transacciones Electronicas dijo “Estados Unidos es el primer lugar para hallar víctimas de este tipo de fraudes con tarjetas”.
El incidente de la tienda Target donde se expuso la información de tarjetas de crédito y débito de hasta 40 millones que realizaron compras en las tiendas entre el 27 de noviembre y e 15 de diciembre sigue siendo investigado, aun no queda claro como sucedió ni la información que los delincuentes que obtuvieron. Aunque en base a las opiniones de expertos de seguridad, ningún sistema es infalible, existen varias medidas que tiendas, bancos y compañías de tarjetas de crédito podrían tomar para proteger a sus clientes de estos ataques.
Con el sistema actual en Estados Unidos, la cinta magnética en la parte trasera de la tarjeta contiene:
- Nombre del portador
- Número de cuenta
- La fecha de expiración
- Uno de dos códigos de seguridad
Cuando la tarjeta es pasada por el lector en una tienda, ocurre una transacción entre 2 bancos, el de la tienda y el del usuario. como dato, esta transacción tiene una duración de 1.4 segundos. Los ciberpiratas pueden robar la información de la cuenta cuando la tarjeta es pasada a través del lector o de las bases de datos donde es almacenada. Como las cintas magnéticas son tan fáciles de reproducir, los ladrones simplemente emiten tarjetas falsas difíciles de diferenciar de las reales.
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