Una tormenta invernal que abarcaba unos 3.220 kilómetros (2.000 millas) amenazaba con frustrar a los viajeros navideños desde Texas hasta Nueva Escocia con un poco de todo lo que la madre naturaleza tiene a su alcance: desde lluvia congelada, heladas y nieve hasta inundaciones, tormentas eléctricas y posiblemente tornados en el sur de Estados Unidos.
Algunos de los millones de personas que viajaron por carretera y vía aérea el sábado lograron salvarse apenas antes que se produjeran los esperados cambios drásticos de tiempo, pero mientras avanzaba la tarde comenzaban las cancelaciones y demoras de vuelos en los principales ejes de aviación. Los meteorólogos dijeron que las carreteras podían transformarse en peligrosas en un minuto conforme el frío que acompaña a la tormenta convierte la lluvia en hielo y nieve.
El sistema atmosférico era una extraña combinación de entre invernal y primaveral, dificultando a los meteorólogos hacer sus pronósticos con cierta anticipación. El sistema pasaba por ciertas áreas de la región centro occidental con temperaturas gélidas, acumulando nieve en Oklahoma y otras partes, derribando árboles y tendido eléctrico, mientras que en lugares como Memphis, Tennessee, disfrutaban de calor primaveral con temperaturas que superaban los 21 centígrados (70F).
Las autoridades informaron que al parecer un tornado dejó tres personas heridas y dañó tres casas el sábado por la tarde cerca de Hughes, Arkansas, a sólo 53 kilómetros (35 millas) de Memphis. David Cox, del Servicio Meteorológico Nacional, dijo que al parecer otro tornado pasó cerca de Dermott en el extremo sur de Arkansas, dejando dos lesionados y dañando unas 20 viviendas.
"Se trata de una tormenta particularmente fuerte, con aire tibio y con temperaturas casi récord en el este, pero con aire muy frío en el área centro occidental. Ese contraste trae condiciones favorables no sólo para un clima invernal sino también para los tornados", destacó el experto del Servicio Meteorológico Nacional Ed Danaher, en College Park, Maryland.
Se prevé que el peor efecto de la tormenta ocurrirá en las poblaciones del centro-oeste por la noche del sábado, por lo que algunos viajeros apenas tendrán tiempo para comenzar la jornada navideña, ya sea para acudir a los aeropuertos o viajar por las autopistas con poca interrupción.
Hasta las 5 de la tarde, hora del este, unos 350 vuelos se habían cancelado en todo el país, informó FlightAware.com, un cibersitio especializado en vuelos. La mayoría de interrupciones se produjeron en el aeropuerto internacional de O'Hare de Chicago, aunque el tiempo en el área aún no había empeorado.
Otros aeropuertos importantes afectados el sábado por la tarde eran el Internacional de Dallas/Fort Worth y el Internacional de Denver.
Asimismo, parecía mal momento para los 94,5 millones de estadounidenses que tienen planeado viajar por carretera y avión desde el sábado hasta el Año Nuevo y para aquéllos que busquen hacer compras de último minuto.
La tormenta tiene varias bandas de tiempo marcadamente distinto.
En el norte del centro oeste, los meteorólogos pronosticaron de 15 a 20 centímetros (de 6 a 8 pulgadas) de nieve en el norte y oeste de Chicago y hasta Wisconsin. Se esperaban grandes acumulaciones de hielo en Oklahoma, el sur de Missouri y el norte de Arkansas, que podrían derribar árboles y cableado de alumbrado público. Eso cambiará a nieve el sábado por la noche.
En partes de Maine, en el extremo del noreste estadounidense, se formará una capa de hielo de más de un centímetro (media pulgada) que pondría resbaladizos los caminos y provocaría cortes de electricidad.
"La mejor recomendación para todos es que presten mucha atención. Después vamos a poder dar mejor información", dijo el viernes la portavoz de la Agencia de Manejo de Emergencias de Maine, Lynnette Miller.
En Oklahoma, la lluvia y el hielo provocaron dos accidentes mortíferos y miles de usuarios se quedaron sin electricidad.
Algunos de los millones de personas que viajaron por carretera y vía aérea el sábado lograron salvarse apenas antes que se produjeran los esperados cambios drásticos de tiempo, pero mientras avanzaba la tarde comenzaban las cancelaciones y demoras de vuelos en los principales ejes de aviación. Los meteorólogos dijeron que las carreteras podían transformarse en peligrosas en un minuto conforme el frío que acompaña a la tormenta convierte la lluvia en hielo y nieve.
El sistema atmosférico era una extraña combinación de entre invernal y primaveral, dificultando a los meteorólogos hacer sus pronósticos con cierta anticipación. El sistema pasaba por ciertas áreas de la región centro occidental con temperaturas gélidas, acumulando nieve en Oklahoma y otras partes, derribando árboles y tendido eléctrico, mientras que en lugares como Memphis, Tennessee, disfrutaban de calor primaveral con temperaturas que superaban los 21 centígrados (70F).
Las autoridades informaron que al parecer un tornado dejó tres personas heridas y dañó tres casas el sábado por la tarde cerca de Hughes, Arkansas, a sólo 53 kilómetros (35 millas) de Memphis. David Cox, del Servicio Meteorológico Nacional, dijo que al parecer otro tornado pasó cerca de Dermott en el extremo sur de Arkansas, dejando dos lesionados y dañando unas 20 viviendas.
"Se trata de una tormenta particularmente fuerte, con aire tibio y con temperaturas casi récord en el este, pero con aire muy frío en el área centro occidental. Ese contraste trae condiciones favorables no sólo para un clima invernal sino también para los tornados", destacó el experto del Servicio Meteorológico Nacional Ed Danaher, en College Park, Maryland.
Se prevé que el peor efecto de la tormenta ocurrirá en las poblaciones del centro-oeste por la noche del sábado, por lo que algunos viajeros apenas tendrán tiempo para comenzar la jornada navideña, ya sea para acudir a los aeropuertos o viajar por las autopistas con poca interrupción.
Hasta las 5 de la tarde, hora del este, unos 350 vuelos se habían cancelado en todo el país, informó FlightAware.com, un cibersitio especializado en vuelos. La mayoría de interrupciones se produjeron en el aeropuerto internacional de O'Hare de Chicago, aunque el tiempo en el área aún no había empeorado.
Otros aeropuertos importantes afectados el sábado por la tarde eran el Internacional de Dallas/Fort Worth y el Internacional de Denver.
Asimismo, parecía mal momento para los 94,5 millones de estadounidenses que tienen planeado viajar por carretera y avión desde el sábado hasta el Año Nuevo y para aquéllos que busquen hacer compras de último minuto.
La tormenta tiene varias bandas de tiempo marcadamente distinto.
En el norte del centro oeste, los meteorólogos pronosticaron de 15 a 20 centímetros (de 6 a 8 pulgadas) de nieve en el norte y oeste de Chicago y hasta Wisconsin. Se esperaban grandes acumulaciones de hielo en Oklahoma, el sur de Missouri y el norte de Arkansas, que podrían derribar árboles y cableado de alumbrado público. Eso cambiará a nieve el sábado por la noche.
En partes de Maine, en el extremo del noreste estadounidense, se formará una capa de hielo de más de un centímetro (media pulgada) que pondría resbaladizos los caminos y provocaría cortes de electricidad.
"La mejor recomendación para todos es que presten mucha atención. Después vamos a poder dar mejor información", dijo el viernes la portavoz de la Agencia de Manejo de Emergencias de Maine, Lynnette Miller.
En Oklahoma, la lluvia y el hielo provocaron dos accidentes mortíferos y miles de usuarios se quedaron sin electricidad.
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