El presidente Barack Obama declaró el viernes que el 2014 "podría ser un año de logros históricos para Estados Unidos" tras la grave recesión que afectó al país y la tímida recuperación que le siguió.
En su conferencia de prensa tradicional de final de año, el mandatario elogió al Congreso por el reciente acuerdo sobre el presupuesto.
"Probablemente es demasiado temprano para declarar que reina el bipartidismo, pero se puede decir que por lo menos no estamos condenados a un eterno estancamiento", declaró el presidente.
La conferencia de prensa tuvo lugar en momentos en que el mandatario concluye su quinto año en la jefatura de gobierno. Obama habló en la sala de prensa de la Casa Blanca y poco después iba a salir con su familia para sus vacaciones en Hawai.
Al preguntársele si este ha sido el peor año hasta ahora de su presidencia, Obama se rió y expresó: "No es así como lo veo yo".
La imagen de Obama ha estado cayendo según las encuestas. El debut del cibersitio para su reforma del sistema de salud tuvo numerosas complicaciones, y muchas iniciativas que él busca lograr no han sido aprobadas, entre ellas una reforma a las leyes sobre la tenencia de armas y la reforma de las leyes de inmigración.
"Si mi éxito se va a medir por las encuestas, pues, mi posición en las encuestas ha subido y ha bajado mucho a lo largo de mi carrera", comentó el presidente, insistiendo en que la economía estaba mostrando mejoría.
Al pasar revista a sus logros durante el año, Obama destacó también que en el año que viene las tropas estadounidenses finalmente saldrán de Afganistán.
Como ha prometido en ocasiones pasadas, dijo que pronto hablará con más detalles sobre los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés).
"Confío en que la NSA no está inmiscuyéndose en el espionaje interno ni averiguando cosas indebidas", comentó.
Sin embargo admitió que "posiblemente tenemos que afinar esto más, a fin de darle más confianza a la gente".
Se le preguntó a Obama sobre su declaración, hace seis meses, de que su gobierno había logrado un equilibrio más o menos perfecto en el área de la vigilancia interna: entre la necesidad de proteger a la población de amenazas terroristas, y la protección de las libertades individuales.
Enfatizó que las evaluaciones se hacen día por día y que si ocurriese un ataque terrorista, "ustedes me estarían preguntando, '¿señor presidente por qué no hizo más para protegernos?"
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