Una tormenta de nieve y hielo se desplazaba hacia el noreste de Estados Unidos y los meteorólogos creen que provocará demoras en los viajes por avión, tren y carreteras, por lo que los aeropuertos y las empresas de suministro eléctrico fueron puestas en alerta.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que habrá acumulaciones de nieve de 15 a 30 centímetros (6 a 12 pulgadas) el sábado y domingo en la zona de Nueva Inglaterra.
Dijo que podrían caer hasta 35 centímetros (14 pulgadas) de nieve en la costas del estado de Maine pero apenas 5 centímetros (dos pulgadas) en Cape Cod. Algunas zonas como el norte y el oeste de la ciudad de Nueva York y el interior de Pensilvania podrían acumular hasta 20 centímetros (8 pulgadas) o más.
También se esperan precipitaciones de aguanieve y lluvia gélida. Se prevé que la nieve comenzará a caer desde el suroeste hasta el noreste el sábado por la madrugada.
La solución salina que se aplica a los caminos antes de las tormentas no dará resultado en esta ocasión porque las temperaturas serán demasiado bajas y el agua salina podría congelarse, dijo Kevin Nursick, portavoz del Departamento de Transporte del estado de Connecticut.
Sin embargo, cuadrillas de caminos ya han aplicado sal a las pistas con antes de nevadas recientes, ayudando a prevenir que la nieve se adhiera al pavimento. La tormenta no afectará la circulación de los medios de transporte entre lunes y viernes. "La ocasión es muy buena porque se presenta en el fin de semana" y no en días laborales, agregó Nursick.
No obstante, no será favorable para los comercios, que tienen menos de dos semanas hasta la Navidad para deshacerse de sus inventarios y podrían perder parte importante de las cruciales ventas de fin de semana.
La portavoz de la Federación Nacional de Minoristas, Kathy Grannis, dijo que es probable que los consumidores hagan sus compras por internet. El fin de semana previo a la Navidad será la última oportunidad para los minoristas y a los compradores.
"Si fuese una gran tormenta que llegue el 21 o 22 sería otra historia completamente distinta", agregó Grannis.
Matthew Brelis, vocero del aeropuerto Logan de Boston, dijo esperar que el mayor azote de la tormenta ocurrirá el sábado por la noche, pero evaluará las condiciones mientras el pronóstico del tiempo cambie.
"En algún momento, vamos a comenzar a llamar a más personal", destacó.
Caroline Pretyman, vocera de la empresa Northeast Utilities, que suministra electricidad y gas a los usuarios de Connecticut, Massachusetts y Nueva Hampshire, afirmó que habría cuadrillas de personal disponibles a partir de la medianoche del sábado para responder a posibles apagones.
El servicio ferroviario de Metro-North Railroad, que cubre las rutas entre la ciudad de Nueva York y los suburbios de Connecticut, Long Island y el Valle del Hudson en Nueva York, decía en su cibersitio que podría reducir o suspender el servicio dependiendo de la fuerza del mal tiempo.
Advirtió que la nieve y las temperaturas por debajo de cero podrían crear humedad capaz de podría congelar las líneas de frenos, los mecanismos de las puertas automáticas, los interruptores y las señales.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que habrá acumulaciones de nieve de 15 a 30 centímetros (6 a 12 pulgadas) el sábado y domingo en la zona de Nueva Inglaterra.
Dijo que podrían caer hasta 35 centímetros (14 pulgadas) de nieve en la costas del estado de Maine pero apenas 5 centímetros (dos pulgadas) en Cape Cod. Algunas zonas como el norte y el oeste de la ciudad de Nueva York y el interior de Pensilvania podrían acumular hasta 20 centímetros (8 pulgadas) o más.
También se esperan precipitaciones de aguanieve y lluvia gélida. Se prevé que la nieve comenzará a caer desde el suroeste hasta el noreste el sábado por la madrugada.
La solución salina que se aplica a los caminos antes de las tormentas no dará resultado en esta ocasión porque las temperaturas serán demasiado bajas y el agua salina podría congelarse, dijo Kevin Nursick, portavoz del Departamento de Transporte del estado de Connecticut.
Sin embargo, cuadrillas de caminos ya han aplicado sal a las pistas con antes de nevadas recientes, ayudando a prevenir que la nieve se adhiera al pavimento. La tormenta no afectará la circulación de los medios de transporte entre lunes y viernes. "La ocasión es muy buena porque se presenta en el fin de semana" y no en días laborales, agregó Nursick.
No obstante, no será favorable para los comercios, que tienen menos de dos semanas hasta la Navidad para deshacerse de sus inventarios y podrían perder parte importante de las cruciales ventas de fin de semana.
La portavoz de la Federación Nacional de Minoristas, Kathy Grannis, dijo que es probable que los consumidores hagan sus compras por internet. El fin de semana previo a la Navidad será la última oportunidad para los minoristas y a los compradores.
"Si fuese una gran tormenta que llegue el 21 o 22 sería otra historia completamente distinta", agregó Grannis.
Matthew Brelis, vocero del aeropuerto Logan de Boston, dijo esperar que el mayor azote de la tormenta ocurrirá el sábado por la noche, pero evaluará las condiciones mientras el pronóstico del tiempo cambie.
"En algún momento, vamos a comenzar a llamar a más personal", destacó.
Caroline Pretyman, vocera de la empresa Northeast Utilities, que suministra electricidad y gas a los usuarios de Connecticut, Massachusetts y Nueva Hampshire, afirmó que habría cuadrillas de personal disponibles a partir de la medianoche del sábado para responder a posibles apagones.
El servicio ferroviario de Metro-North Railroad, que cubre las rutas entre la ciudad de Nueva York y los suburbios de Connecticut, Long Island y el Valle del Hudson en Nueva York, decía en su cibersitio que podría reducir o suspender el servicio dependiendo de la fuerza del mal tiempo.
Advirtió que la nieve y las temperaturas por debajo de cero podrían crear humedad capaz de podría congelar las líneas de frenos, los mecanismos de las puertas automáticas, los interruptores y las señales.
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