Al ser sustituido en el minuto 64 del partido entre el
Madrid y el Celta de Vigo, el mediocampista argentino dedicó un “agarrón” de
sus genitales a un sector del público que lo abucheó.
Tras saludar a su sustituto, el británico Gareth Bale, Di
María se llevó la mano derecha a sus partes blandas en gesto de desafío.
Di María, quién ya no es el titular indiscutible de antes,
trató de justificar su acción señalando que no significó gran cosa:
"No fue hacia
nadie. Me acomodé y seguí corriendo. Acá empezaron con que sonreía... Si
estuviera caliente no habría saludado a nadie. Salí con total naturalidad.
Siempre esperan que yo haga algo. Nunca tuve problemas con la gente. Sentí
que la mitad aplaudía y la mitad silbaba. Siempre tengo que estar
aclarando lo que hago. Con el resto no pasa nada y conmigo se arma un quilombo
bárbaro".
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