El padre de Neymar afirmó el martes que el Barcelona pagó a su compañía 10 millones de euros (13,3 millones de dólares) en 2011, para obtener la garantía de fichar al talentoso artillero brasileño.
La revelación representa el dato más reciente sobre el cuantioso traspaso que derivó la semana pasada en la renuncia del presidente del Barsa Sandro Rosell, en medio de acusaciones de que ocultó el costo real de la transacción mediante contratos falsos.
El padre homónimo de Neymar es también el agente del jugador.
"No tenemos deuda alguna en Brasil o España", dijo Neymar padre durante una conferencia de prensa. "Hacemos esto porque queremos dar algo de paz a mi hijo, a fin de que pueda participar en el Mundial sin que esto lo distraiga".
Barcelona pagó otros 30 millones de euros (41 millones de dólares) a la compañía después de que se concretó el acuerdo, el año pasado, dijo el padre de Neymar.
El club informó que había erogado un total de 57 millones de euros (78 millones de dólares) por Neymar. De esa cifra, 17 millones de euros (23,2 millones de dólares), habían ido al Santos, antiguo club de Neymar, de acuerdo con la versión del Barsa.
El salario del delantero de 21 años es de 56,7 millones de euros (77,5 millones de dólares) a lo largo de un lustro, informó el equipo catalán la semana pasada, cuando ofreció detalles sobre el contrato, después de que un juez español accedió a atender una demanda presentada por un socio del club, quien denuncia irregularidades.
El padre del futbolista dijo que, si bien Barcelona pagó 10 millones de euros por adelantado en 2011, el club español no infringió las reglas de la FIFA, que prohíben los pagos a jugadores que tienen contrato vigente con otro club. Afirmó que el Santos conocía el acuerdo, y que el dinero fue pagado a su empresa, no directamente al astro.
El acuerdo llegó antes de que Barcelona y Santos se enfrentaran en la final del Mundial de Clubes, en diciembre de 2011. Neymar no pesó en el encuentro y el conjunto español se impuso por 4-0.
Según el padre de Neymar, si el jugador cambiaba de opinión y decidía emigrar a otro club, o si algo ocurría e impedía su fichaje con el Barsa, él habría tenido la obligación de devolver el dinero al equipo.
"Teníamos muchas buenas ofertas en aquella época", dijo. "Necesitábamos algunas garantías".
Reconoció haber presionado a Neymar para que cerrara el acuerdo con el Barsa antes de la Copa Confederaciones de 2013, porque temía que se tachara a su hijo de "villano" si Brasil no ganaba el torneo.
"Como padre, sabía que si Brasil fracasaba, todos culparían a Neymar", dijo. "Por eso solicité la transferencia en aquel momento".
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