Tres senadores republicanos propusieron el lunes derogar la polémica ley de salud de Estados Unidos a favor de una ley de reemplazo que elimine la mayor parte de los mandatos de cobertura gubernamental que se impusieron y que ofrezca exenciones de impuestos para ayudar a quienes tienen menores ingresos a obtener cobertura médica.
Los partidarios de la propuesta alternativa, los senadores Orrin Hatch, Tom Coburn y Richard Burr —de Utah, Oklahoma y Carolina del Norte respectivamente— dijeron en una declaración escrita que su objetivo es "reducir los costos de la atención médica y mejorar el acceso a servicios asequibles y de alta calidad".
El plan es una rareza entre los republicanos del Congreso, quienes prometieron hace más de tres años "derogar y sustituir" la ley de salud del presidente Barack Obama —también conocida como "Obamacare"_, pero desde entonces se han centrado casi exclusivamente en tratar de derogarla sin avanzar hacia un alternativa integral.
Según lo descrito por ayudantes, el tamaño de los créditos fiscales previstos en la ley alternativa sería determinado por la edad y los ingresos, y estará disponible tanto para los desempleados como para quienes busquen cobertura individual o que trabajen para empresas pequeñas.
Las personas con ingresos de hasta tres veces el nivel federal de pobreza —generalmente 70.650 dólares anuales para una familia de cuatro— serían elegibles.
La propuesta deroga todos los aumentos de impuestos que han entrado en vigencia con la nueva ley de salud, entre ellos uno sobre dispositivos médicos y otro sobre los planes de seguro de alto costo. Sin embargo, impondría uno nuevo, al limitar la exención de impuestos a la que tienen derecho aquellos contribuyentes por el costo de sus primas de seguro de salud.
Bajo la ley actual, el 100% de las primas están exentas del impuesto federal sobre la renta, y la propuesta las reduciría al 65%.
Además de recaudar dinero para ayudar a financiar los recortes de impuestos para las personas con ingresos más bajos, el cambio ayudaría a controlar el costo de la cobertura, dijeron los asesores.
Según la propuesta, a los empresarios que otorguen cobertura de salud a sus empleados se les permitiría deducir su costo total, como es el caso actualmente.
La iniciativa propone un cambio importante: hacer retroceder la expansión de Medicaid —el programa gubernamental de asistencia médica para los pobres y los discapacitados_, que es una parte central de la nueva ley de salud.
En su lugar, los republicanos propusieron dar a cada estado una cantidad fija con la que paguen por la atención médica de sus residentes pobres, basada en el número de personas que viven en el nivel de pobreza o por debajo.
Los partidarios de la propuesta alternativa, los senadores Orrin Hatch, Tom Coburn y Richard Burr —de Utah, Oklahoma y Carolina del Norte respectivamente— dijeron en una declaración escrita que su objetivo es "reducir los costos de la atención médica y mejorar el acceso a servicios asequibles y de alta calidad".
El plan es una rareza entre los republicanos del Congreso, quienes prometieron hace más de tres años "derogar y sustituir" la ley de salud del presidente Barack Obama —también conocida como "Obamacare"_, pero desde entonces se han centrado casi exclusivamente en tratar de derogarla sin avanzar hacia un alternativa integral.
Según lo descrito por ayudantes, el tamaño de los créditos fiscales previstos en la ley alternativa sería determinado por la edad y los ingresos, y estará disponible tanto para los desempleados como para quienes busquen cobertura individual o que trabajen para empresas pequeñas.
Las personas con ingresos de hasta tres veces el nivel federal de pobreza —generalmente 70.650 dólares anuales para una familia de cuatro— serían elegibles.
La propuesta deroga todos los aumentos de impuestos que han entrado en vigencia con la nueva ley de salud, entre ellos uno sobre dispositivos médicos y otro sobre los planes de seguro de alto costo. Sin embargo, impondría uno nuevo, al limitar la exención de impuestos a la que tienen derecho aquellos contribuyentes por el costo de sus primas de seguro de salud.
Bajo la ley actual, el 100% de las primas están exentas del impuesto federal sobre la renta, y la propuesta las reduciría al 65%.
Además de recaudar dinero para ayudar a financiar los recortes de impuestos para las personas con ingresos más bajos, el cambio ayudaría a controlar el costo de la cobertura, dijeron los asesores.
Según la propuesta, a los empresarios que otorguen cobertura de salud a sus empleados se les permitiría deducir su costo total, como es el caso actualmente.
La iniciativa propone un cambio importante: hacer retroceder la expansión de Medicaid —el programa gubernamental de asistencia médica para los pobres y los discapacitados_, que es una parte central de la nueva ley de salud.
En su lugar, los republicanos propusieron dar a cada estado una cantidad fija con la que paguen por la atención médica de sus residentes pobres, basada en el número de personas que viven en el nivel de pobreza o por debajo.
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