Una treintena de activistas religiosos y laborales a favor de la reforma migratoria fueron arrestados este lunes frente a la Casa Blanca, donde exigían al presidente Barack Obama poner fin a las deportaciones.
Con demandas a favor de una reforma migratoria urgente y entonando oraciones, los feligreses de diferentes denominaciones religiosas y líderes de jornaleros se arrodillaron frente a la residencia ejecutiva para ser detenidos ordenadamente por la Policía.
“Ni una deportación más” corearon los manifestantes, al tiempo que más de un centenar de agentes de la Policía de Parques , así como de la Policía Montada llevaron a cabo su arresto y fichaje.
La obispa Minerva Carcaño de Los Angeles, una de las personas arrestadas, dijo que no le importaba ser detenida porque el objetivo era enviar el mensaje al Presidente de que usara su compasión para detener la separación de familias,
“Demasiadas familias divididas en dos por la injusticia de nuestro descompuesto sistema de migración”, lamentó.
Alrededor de una docena de patrullas y policías montados resguardaron la manifestación pacífica que transcurrió sin incidentes frente a la mirada de cientos de turistas, en el marco del feriado por el Día del Presidente.
Los activistas formaron una fila y caminaron hacia la acera frontal de la Casa Blanca. Un primer grupo se arrodilló portando pancartas con la leyenda “Ni Una Deportación Más”. Los activistas formaron una según fila con una manta amarilla.
Gerardo Torres, un inmigrante indocumentado, que viajó desde Arizona, sostuvo que las deportaciones han puesto en estado de “crisis” a la comunidad de inmigrantes.
“Esperamos que el Presidente escuche y enseñe con el ejemplo”, señaló.
Uno a uno los activistas fueron esposados con lazos y fichados en mesas habilitadas por los agentes sobre la calle. El proceso ocurrió sin contratiempos. En una acera cercana, sobre el Parque Lafayette, medio centenar de activistas rezaban y lanzaban consignas.
Entre los manifestantes se encontraban miembros de la Red Nacional para la Organización de Jornaleros (NDLON) que el pasado 4 de febrero presentó una petición legal a fin de que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) suspenda las deportaciones inmigrantes indocumentados.
La petición, presentada a nombre de un grupo de indocumentados que enfrentan un proceso de deportación y apoyada por la Escuela de Leyes Cardozo, sostiene que el presidente Obama tiene la facultad ejecutiva de poner fin a la separación de familias.
A la protesta asistieron además Harriet Jane Olson, de la Iglesia Metodista Unida de Mujeres, así como miembros de la organización Puente Arizona, la Red de Acción Franciscana y de la Iglesia Cristiana.
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