Si el gobierno de Estados Unidos acepta elevar el salario mínimo como proponen el presidente Barack Obama y los demócratas del Congreso, más de 16,5 millones de personas gozarían de mayores ingresos para 2016, pero también se perderían medio millón de empleos aproximadamente, dijeron el martes analistas del Congreso.
En un informe sobre la propuesta demócrata en un año electoral, el cual contiene argumentos tanto para los que la apoyan como para los que se oponen, la Oficina de Presupuesto del Congreso dijo que un aumento gradual del salario mínimo, de 7,25 dólares la hora en la actualidad a 10,10 dólares en 2016, pondría a 900.000 personas por encima del nivel oficial de pobreza para ese año. Eso es aparte de otros 45 millones que de otra forma vivirían en la pobreza si no hay un incremento.
Pero el análisis también hizo notar una desventaja: aproximadamente 0,3% menos empleos, en especial para los trabajadores de bajos ingresos, mayores costos a los propietarios de empresas y precios más elevados entre los consumidores.
El estudio fue dado a conocer en momentos en que el Senado se prepara para un debate en marzo en torno a un plan del senador Tom Harkin, demócrata por Iowa, en el que eleva el salario mínimo en tres etapas hasta 10,10 dólares para el 2016. Obama respalda la propuesta, la cual es una piedra angular de los planes demócratas en una temporada electoral encaminados a destacar su esfuerzo para hacer que los ingresos sean más equitativos, pero ésta enfrenta una fuerte oposición entre los republicanos y hay pronósticos adversos sobre su aceptación en el Congreso.
El análisis, que examinó incrementos muy similares a los de Harkin, inmediatamente echó leña a la actual disputa entre partidos sobre la propuesta. Le dio un espaldarazo al viejo argumento republicano de que un aumento al salario mínimo costaría puestos de trabajo al obligar a las empresas a invertir más en sueldos, lo que puso a los demócratas a la defensiva.
"Este informe confirma lo que hemos sabido siempre: aunque ayudará a algunos, la obligatoriedad de salarios más altos tiene costos reales, como el de un menor número de personas con trabajo", dijo Brendan Buck, portavoz del presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, republicano por Ohio. "Con el desempleo como la principal preocupación de los estadounidenses, nuestro enfoque debe ser la creación, no la destrucción, de puestos de trabajo para quienes más los necesitan".
La oficina de presupuesto indicó que su cálculo de pérdida de empleos es aproximado. Dijo que el impacto real probablemente oscilaría entre una muy ligera reducción en los puestos de trabajo ya una pérdida de un millón de trabajadores.
"Si los demócratas intentan impulsar esta propuesta irresponsable, y cuando lo hagan, deberían estar preparados para explicar por qué debería impedirse que hasta un millón de estadounidenses tengan un empleo, más allá de los puestos de trabajo que ya se perdieron por el Obamacare (la ley de gastos médicos promovida por el mandatario)", dijo Mitch McConnell, de Kentucky y líder de la minoría republicana en el Senado.
Los demócratas mencionaron otros estudios que según ellos concluyen que el empleo no se reducirá. Indicaron que las afirmaciones de que se perderán puestos laborales son exageradas y que las contrarrestan los beneficios que recibirán los trabajadores y la economía en general, ya que los empleados de salario bajo utilizan sus ingresos más altos para gastar más dinero.
Las cifras de pérdida de empleos difundidas por la Oficina de Presupuesto "no reflejan el punto de vista general en el que los economistas concuerdan en que elevar el salario mínimo tiene poco o ningún efecto negativo sobre el empleo", dijo Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, en una entrada en un blog junto con Betsey Stevenson, integrante del consejo.
En lugar de ello, hicieron énfasis en los millones de personas que recibirían mejor salario y las 900.000 que se pondrían por encima del nivel de pobreza.
En un informe sobre la propuesta demócrata en un año electoral, el cual contiene argumentos tanto para los que la apoyan como para los que se oponen, la Oficina de Presupuesto del Congreso dijo que un aumento gradual del salario mínimo, de 7,25 dólares la hora en la actualidad a 10,10 dólares en 2016, pondría a 900.000 personas por encima del nivel oficial de pobreza para ese año. Eso es aparte de otros 45 millones que de otra forma vivirían en la pobreza si no hay un incremento.
Pero el análisis también hizo notar una desventaja: aproximadamente 0,3% menos empleos, en especial para los trabajadores de bajos ingresos, mayores costos a los propietarios de empresas y precios más elevados entre los consumidores.
El estudio fue dado a conocer en momentos en que el Senado se prepara para un debate en marzo en torno a un plan del senador Tom Harkin, demócrata por Iowa, en el que eleva el salario mínimo en tres etapas hasta 10,10 dólares para el 2016. Obama respalda la propuesta, la cual es una piedra angular de los planes demócratas en una temporada electoral encaminados a destacar su esfuerzo para hacer que los ingresos sean más equitativos, pero ésta enfrenta una fuerte oposición entre los republicanos y hay pronósticos adversos sobre su aceptación en el Congreso.
El análisis, que examinó incrementos muy similares a los de Harkin, inmediatamente echó leña a la actual disputa entre partidos sobre la propuesta. Le dio un espaldarazo al viejo argumento republicano de que un aumento al salario mínimo costaría puestos de trabajo al obligar a las empresas a invertir más en sueldos, lo que puso a los demócratas a la defensiva.
"Este informe confirma lo que hemos sabido siempre: aunque ayudará a algunos, la obligatoriedad de salarios más altos tiene costos reales, como el de un menor número de personas con trabajo", dijo Brendan Buck, portavoz del presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, republicano por Ohio. "Con el desempleo como la principal preocupación de los estadounidenses, nuestro enfoque debe ser la creación, no la destrucción, de puestos de trabajo para quienes más los necesitan".
La oficina de presupuesto indicó que su cálculo de pérdida de empleos es aproximado. Dijo que el impacto real probablemente oscilaría entre una muy ligera reducción en los puestos de trabajo ya una pérdida de un millón de trabajadores.
"Si los demócratas intentan impulsar esta propuesta irresponsable, y cuando lo hagan, deberían estar preparados para explicar por qué debería impedirse que hasta un millón de estadounidenses tengan un empleo, más allá de los puestos de trabajo que ya se perdieron por el Obamacare (la ley de gastos médicos promovida por el mandatario)", dijo Mitch McConnell, de Kentucky y líder de la minoría republicana en el Senado.
Los demócratas mencionaron otros estudios que según ellos concluyen que el empleo no se reducirá. Indicaron que las afirmaciones de que se perderán puestos laborales son exageradas y que las contrarrestan los beneficios que recibirán los trabajadores y la economía en general, ya que los empleados de salario bajo utilizan sus ingresos más altos para gastar más dinero.
Las cifras de pérdida de empleos difundidas por la Oficina de Presupuesto "no reflejan el punto de vista general en el que los economistas concuerdan en que elevar el salario mínimo tiene poco o ningún efecto negativo sobre el empleo", dijo Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, en una entrada en un blog junto con Betsey Stevenson, integrante del consejo.
En lugar de ello, hicieron énfasis en los millones de personas que recibirían mejor salario y las 900.000 que se pondrían por encima del nivel de pobreza.
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