A pesar de que aún dista de estar claro si alguna vez será traído a este país para afrontar cargos, procuradores federales de distintas zonas de Estados Unidos ya están maniobrando para ser quienes entablen acciones judiciales contra el líder del narcotráfico Joaquín “el Chapo” Guzmán.
Probablemente se defina qué funcionario estadounidense consigue a quien durante tanto tiempo permaneciera fugitivo, aprehendido el fin de semana en México y ahora acusado de violar las leyes de dicho país por crimen organizado, en base a cuál instancia tenga el caso más sólido y quizá a cierto grado de política.
Al menos siete juzgados federales de distrito tienen expedientes pendientes contra Guzmán Loera por diversos cargos, y varios de ellos ya está haciendo presión para que sea extraditado. En Chicago se referían a él como “el enemigo público No. 1” incluso antes de que fuera arrestado en un balneario mexicano. También lo buscan fiscales federales de la ciudad de Nueva York, y desde hace años en San Diego y Texas se acusa a Guzmán de ser el autor intelectual de un gigantesco operativo de tráfico de cocaína.
A pesar de todos esto, el Departamento de Justicia no ha manifestado si planea solicitar la extradición, admitiendo únicamente que el asunto “será tema de mayores pláticas entre Estados Unidos y México”.
Por el momento, Guzmán permanece arraigado en México, donde pronto un juez decidirá si liberarlo o iniciar las diligencias para encausarlo. Los abogados de Guzmán presentaron el lunes la apelación con el propósito de suspender cualquier intento de extradición, común táctica legal empleada en México por los sospechosos de narcotráfico.
Marcos Jiménez, ex procurador federal del Distrito Sur de Florida, cuyos casos han incluido los de varias figuras famosas de cárteles colombianos que fueron traídas a la entidad para entablárseles acciones penales señala que cualquier petición de extradición y el momento en que se dé serán determinados a los niveles más altos del Departamento de Estado
Si bien aquellos casos tuvieron sus propias complicaciones políticas, probablemente el destino de Guzmán, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, sea aun más complicado. “Va a haber mucho estire y afloje diplomático”, dijo Jiménez.
El secretario mexicano de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong informó el lunes a la AP no tener conocimiento de ninguna solicitud formal de extradición por parte de Estados Unidos, aunque sí ha escuchado declaraciones de interés.
Osorio Chong señaló que el gobierno mexicano evaluará y analizará cualquier petición que reciba.
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