Obstaculizado por un Congreso dividido, el presidente Barack Obama acudió el lunes a los gobernadores de Estados Unidos para pedirles ayuda, mientras el mandatario trata de impulsar políticas económicas que tienen muy pocas posibilidades de ser aprobadas en el Capitolio.
"Aunque hay poca disposición en el Congreso para analizar algunas de estas prioridades, a nivel estatal ustedes están gobernados por consideraciones prácticas", dijo Obama a los gobernadores de ambos partidos durante una reunión en la Casa Blanca. "Ustedes quieren hacer lo correcto por su gente".
El presidente insistió especialmente en que los estados actúen por cuenta propia para elevar el salario mínimo y ampliar el acceso a la enseñanza a muy corta edad, dos iniciativas que no han prosperado en el Congreso desde que Obama las presentó el año pasado.
Aunque los gobernadores aplaudieron cortésmente al presidente durante su reunión del lunes en la Casa Blanca, no quedó en claro si los gobernadores republicanos estaban dispuestos a colaborar con el mandatario demócrata antes de las elecciones de medio mandato, en noviembre.
Los republicanos piensan compartir sus ideas para mejorar la economía nacional, inclusive la eliminación de las regulaciones federales y retrasando aún más las previsiones clave del programa del seguro médico de Obama.
Varios gobernadores son considerados potenciales candidatos a la Casa Blanca en los comicios de 2016. Obama comentó de buen humor las conjeturas de la liza para reemplazarlo, al afirmar: "he disfrutado ver a varios de ustedes en altos cargos desgarrarse las vestiduras y entre ustedes mismos".
En una entrevista el domingo, el gobernador de Luisiana Bobby Jindal dijo que animaría al presidente a usar sus poderes ejecutivos para apuntalar la economía.
Jindal dijo que aunque es "materialmente inconstitucional" que el presidente haga caso omiso de las leyes federales, la posición de Obama le permite trabajar de forma constructiva sin necesidad del Congreso.
"En lugar de regulaciones nuevas y gastos nuevos que no han funcionado, yo diría que él debería utilizar su recién descubierto poder ejecutivo para promover puestos de trabajo", dijo Jindal, agregando que el Congreso debería igualmente hacer más. "Es difícil sostener que ellos podrían hacer menos".
La Casa Blanca planeó una serie de actos esta semana a fin de destacar el deseo del presidente de hallar los medios para la acción.
En un mensaje dominical titulado "No estamos parados", el asesor del mandatario Dan Pfeiffer dijo que Obama anunciaría esta semana "nuevas medidas laborales en el sector fabril, de infraestructura y transporte, y una nueva iniciativa para asegurar que todo el mundo que quiera trabajar tenga posibilidades de éxito".
"Aunque hay poca disposición en el Congreso para analizar algunas de estas prioridades, a nivel estatal ustedes están gobernados por consideraciones prácticas", dijo Obama a los gobernadores de ambos partidos durante una reunión en la Casa Blanca. "Ustedes quieren hacer lo correcto por su gente".
El presidente insistió especialmente en que los estados actúen por cuenta propia para elevar el salario mínimo y ampliar el acceso a la enseñanza a muy corta edad, dos iniciativas que no han prosperado en el Congreso desde que Obama las presentó el año pasado.
Aunque los gobernadores aplaudieron cortésmente al presidente durante su reunión del lunes en la Casa Blanca, no quedó en claro si los gobernadores republicanos estaban dispuestos a colaborar con el mandatario demócrata antes de las elecciones de medio mandato, en noviembre.
Los republicanos piensan compartir sus ideas para mejorar la economía nacional, inclusive la eliminación de las regulaciones federales y retrasando aún más las previsiones clave del programa del seguro médico de Obama.
Varios gobernadores son considerados potenciales candidatos a la Casa Blanca en los comicios de 2016. Obama comentó de buen humor las conjeturas de la liza para reemplazarlo, al afirmar: "he disfrutado ver a varios de ustedes en altos cargos desgarrarse las vestiduras y entre ustedes mismos".
En una entrevista el domingo, el gobernador de Luisiana Bobby Jindal dijo que animaría al presidente a usar sus poderes ejecutivos para apuntalar la economía.
Jindal dijo que aunque es "materialmente inconstitucional" que el presidente haga caso omiso de las leyes federales, la posición de Obama le permite trabajar de forma constructiva sin necesidad del Congreso.
"En lugar de regulaciones nuevas y gastos nuevos que no han funcionado, yo diría que él debería utilizar su recién descubierto poder ejecutivo para promover puestos de trabajo", dijo Jindal, agregando que el Congreso debería igualmente hacer más. "Es difícil sostener que ellos podrían hacer menos".
La Casa Blanca planeó una serie de actos esta semana a fin de destacar el deseo del presidente de hallar los medios para la acción.
En un mensaje dominical titulado "No estamos parados", el asesor del mandatario Dan Pfeiffer dijo que Obama anunciaría esta semana "nuevas medidas laborales en el sector fabril, de infraestructura y transporte, y una nueva iniciativa para asegurar que todo el mundo que quiera trabajar tenga posibilidades de éxito".
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