La derecha republicana descartó el miércoles que se aborde una reforma de las leyes inmigratorias en la Cámara de Representantes este año. Los legisladores insistieron que el Partido Republicano debería esperar hasta el año próximo, cuando podría tener mayoría también en el Senado.
Líderes republicanos en la cámara baja revelaron los principios que los rigen en cuanto a la reforma migratoria la semana pasada, lo que dio esperanzas tanto a los promotores de una reforma migratoria como al gobierno del presidente Barack Obama de que los primeros cambios en las leyes del país en tres décadas podrían producirse en los próximos meses.
La reforma migratoria es una de las máximas prioridades de Obama para su segundo mandato.
Pero varios de los conservadores se mostraron firmes en que la Cámara no debe hacer nada sobre el tema en 2014, un año de elecciones intermedias en que el Partido Republicano busca ganar seis escaños en el Senado para hacerse con la mayoría y controlar también esa cámara. Los demócratas tienen actualmente una ventaja de 55 contra 45, pero están defendiendo más escaños, entre ellos algunos de estados de tendencia republicana.
"Pienso que es un error que tengamos una batalla interna en el Partido Republicano este año sobre la reforma de inmigración", dijo el representante por Idaho Raúl Labrador a reporteros durante la reunión de los conservadores. "Pienso que cuando recuperemos el Senado en 2014, una de las primeras cosas que deberíamos hacer el próximo año después de resolver ciertos asuntos económicos, pienso que deberíamos atender el asunto de inmigración".
Los comentarios de Labrador fueron dignos de atención, ya que fue uno de ocho miembros de la cámara baja que trabajaron el año pasado en un proyecto de inmigración bipartidista. Labrador abandonó posteriormente las negociaciones.
El representante texano Joe Barton dijo a la prensa que todavía no había llegado el momento de colocar la reforma al frente de la agenda legislativa, y agregó que los republicanos deberían utilizar los principios para comenzar a dialogar con los hispanos.
Su colega por Ohio Jim Jordan dijo que la Cámara de Representantes debería enfocarse en las cuatro iniciativas de ley que tienen que ver con seguridad que aprobó la Comisión de Asuntos Jurídicos a mediados del año pasado. Agregó que si no se toman medidas sobre esos proyectos de ley, será difícil aprobar una ley este año.
Los intransigentes formularon estas declaraciones al tiempo que Douglas Elmendorf, titular de la Oficina de Presupuesto del Congreso, dijo a una comisión de la Cámara de Representantes que la reforma inmigratoria daría impulso a la economía y reduciría el déficit fiscal.
El Senado aprobó en junio un proyecto de ley bipartidista que fortalecería la seguridad en la frontera, proporcionaría medidas de aplicación de la ley y ofrecería un camino a la ciudadanía a aproximadamente 11 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin permiso de estancia.
La medida se ha estancado en la Cámara de Representantes, cuyo presidente John Boehner y otros líderes han rechazado un enfoque integral, ya que prefieren abordar el asunto de manera fragmentada.
Elmendorf dijo al Comité de Presupuesto de la cámara baja que un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso "encontró que ese proyecto reduciría déficits presupuestales y conduciría a una economía más grande, y con el tiempo conduciría a una producción más alta por persona en este país"
Especialmente los trabajadores altamente calificados, con estudios superiores, incrementarían el ingreso fiscal de la nación, aseguró.
Líderes republicanos en la cámara baja revelaron los principios que los rigen en cuanto a la reforma migratoria la semana pasada, lo que dio esperanzas tanto a los promotores de una reforma migratoria como al gobierno del presidente Barack Obama de que los primeros cambios en las leyes del país en tres décadas podrían producirse en los próximos meses.
La reforma migratoria es una de las máximas prioridades de Obama para su segundo mandato.
Pero varios de los conservadores se mostraron firmes en que la Cámara no debe hacer nada sobre el tema en 2014, un año de elecciones intermedias en que el Partido Republicano busca ganar seis escaños en el Senado para hacerse con la mayoría y controlar también esa cámara. Los demócratas tienen actualmente una ventaja de 55 contra 45, pero están defendiendo más escaños, entre ellos algunos de estados de tendencia republicana.
"Pienso que es un error que tengamos una batalla interna en el Partido Republicano este año sobre la reforma de inmigración", dijo el representante por Idaho Raúl Labrador a reporteros durante la reunión de los conservadores. "Pienso que cuando recuperemos el Senado en 2014, una de las primeras cosas que deberíamos hacer el próximo año después de resolver ciertos asuntos económicos, pienso que deberíamos atender el asunto de inmigración".
Los comentarios de Labrador fueron dignos de atención, ya que fue uno de ocho miembros de la cámara baja que trabajaron el año pasado en un proyecto de inmigración bipartidista. Labrador abandonó posteriormente las negociaciones.
El representante texano Joe Barton dijo a la prensa que todavía no había llegado el momento de colocar la reforma al frente de la agenda legislativa, y agregó que los republicanos deberían utilizar los principios para comenzar a dialogar con los hispanos.
Su colega por Ohio Jim Jordan dijo que la Cámara de Representantes debería enfocarse en las cuatro iniciativas de ley que tienen que ver con seguridad que aprobó la Comisión de Asuntos Jurídicos a mediados del año pasado. Agregó que si no se toman medidas sobre esos proyectos de ley, será difícil aprobar una ley este año.
Los intransigentes formularon estas declaraciones al tiempo que Douglas Elmendorf, titular de la Oficina de Presupuesto del Congreso, dijo a una comisión de la Cámara de Representantes que la reforma inmigratoria daría impulso a la economía y reduciría el déficit fiscal.
El Senado aprobó en junio un proyecto de ley bipartidista que fortalecería la seguridad en la frontera, proporcionaría medidas de aplicación de la ley y ofrecería un camino a la ciudadanía a aproximadamente 11 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin permiso de estancia.
La medida se ha estancado en la Cámara de Representantes, cuyo presidente John Boehner y otros líderes han rechazado un enfoque integral, ya que prefieren abordar el asunto de manera fragmentada.
Elmendorf dijo al Comité de Presupuesto de la cámara baja que un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso "encontró que ese proyecto reduciría déficits presupuestales y conduciría a una economía más grande, y con el tiempo conduciría a una producción más alta por persona en este país"
Especialmente los trabajadores altamente calificados, con estudios superiores, incrementarían el ingreso fiscal de la nación, aseguró.
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