Este lunes, el fiscal general Eric Holder, afirmó que el aumento de muertes por sobredosis de heroína y analgésicos recetados supone una "crisis de salud pública urgente y creciente" para Estados Unidos, esto, al presentar nuevas acciones del Departamento de Justicia para combatir esta lacra.
Holder hizo hincapié en el aumento de fallecimientos por sobredosis que registra el país y que, tras la muerte del actor Philip Seymour Hoffman el mes pasado, ha cobrado protagonismo e importancia en la conciencia colectiva.
En un vídeo emitido por su departamento, Holder dijo que "Cuando se hace frente al problema del abuso de sustancias, tiene sentido centrar la atención en los tipos de drogas más peligrosos" en el que agregó que "en este momento, son pocas las sustancias más letales que los opiáceos recetados y la heroína".
"La adicción a la heroína y otros opiáceos -incluyendo ciertos analgésicos recetados- están impactando en las vidas de los estadounidenses en cada estado, en cada región, y de todos los orígenes (...). Y muy a menudo, con resultados mortales", agregó.
Según explicó el secretario de Justicia, su departamento, incluida la Administración Antidrogas (DEA), está trabajando de manera "agresiva" junto a otras agencias federales para mantener la heroína y otras drogas ilícitas lejos de las calles y llevar a los narcotraficantes ante la justicia.
El fiscal general explicó que la DEA está ampliando sus programas de formación para farmacéuticos, médicos y otros profesionales de la salud e instando a los equipos de emergencias a que lleven consigo de manera permanente dosis de naloxona, un fármaco que cuando se administra de forma rápida puede devolver la respiración de alguien que sufre una sobredosis de heroína.
Según advirtió Holder, las muertes por sobredosis de esta droga se incrementaron en un 45 por ciento entre 2006 y 2010, mientras que diecisiete estados y el Distrito de Columbia han enmendado sus leyes en los últimos años para aumentar el acceso a la naloxona y lograr paliar esta "crisis".
Los datos más recientes en este tema proporcionados por los Centros de Prevención de Enfermedades (CDC) revelan que las sobredosis de medicamentos que requieren receta médica causaron la muerte en la mitad de los casos de fallecimiento registrados en 2010 por abuso de drogas, 38,300 en total, mientras que los analgésicos opiáceos estuvieron relacionados con 16.600 muertes.
La heroína ha vuelto a las calles como alternativa barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio, cuyo acceso es más restringido ante los índices de adicción registrados.
Esta droga es la alternativa a la que recurren miles de estadounidenses adictos a los analgésicos que se ven privados de estos medicamentos, que tienen un precio mucho mayor y su acceso está mucho más restringido.
El Gobierno, que ya comenzó una campaña más fuerte contra el abuso de analgésicos por prescripción médica en 2013 y duplicó la inversión en la prevención de drogas, calcula que unos 22 millones de ciudadanos son adictos a algún tipo de sustancia.
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