El este de la capital venezolana amaneció el miércoles en medio de tensiones luego de que decenas de manifestantes bloquearon algunas vías en protesta contra el gobierno, mientras en otro extremo de la ciudad centenares de personas se preparaban para conmemorar el primer aniversario de la muerte del fallecido expresidente Hugo Chávez.
Algunas de las avenidas del este de Caracas fueron bloqueadas con barricadas armadas con materiales de construcción, desechos, troncos de árboles, muebles y electrodomésticos viejos, lo que generó un fuerte congestionamiento de vehículos en algunos puntos de la ciudad.
Al ritmo del sonido de cornetas y pitos decenas de manifestantes, mayoritariamente de clase media, comenzaron a aglomerarse en la madrugada en algunas calles del municipio El Hatillo para iniciar el bloqueo de las vías.
Desde una pequeña camioneta eran bajadas grandes bolsas de desechos y materiales de construcción mientras algunos jóvenes se metían entre matorrales para sacar troncos de árboles que eran cargados entre varios hasta las barricadas.
"No se puede conmemorar a un tirano que solamente se ocupó de comprar conciencias y amparar la impunidad... cómo se puede celebrar cuando tenemos una delincuencia desbordada, impunidad, maltratos policiales y lo más importante, carencia de recursos y alimentos", afirmó un manifestante que pidió ser identificado solamente como U. Zolano por temor, al cuestionar los actos que ha programado el gobierno para recordar a Chávez. El exmandatario murió el 5 de marzo de 2013 tras combatir por casi dos años un cáncer.
Zolano defendió las protestas callejeras y afirmó que son un pedido de auxilio "para los presidentes que se atreven a llegar a Venezuela y ser cómplices, de igual manera por intereses, de la mano opresora de un grupo que solamente quiere profundizar ideales social comunistas".
Mientras tanto, en los alrededores de la barriada pobre de 23 de Enero, al oeste de la capital, se vivía una realidad muy diferente.
Desde tempranas horas centenares de personas, algunas portando banderas venezolanas, hacían una larga fila para visitar el Cuartel de la Montaña donde están los restos de Chávez.
"Le doy gracias a él (Chávez) porque en verdad me despertó a mí y a mi gente", afirmó Soraida Vega, una seguidora del gobierno, mientras esperaba para ingresar al museo donde están los restos del exmandatario.
Agregó que "no tenemos que dejarnos quitar por estos pitiyanquis (pro americanos), estos traidores", al rechazar las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro que ya llevan más de tres semanas.
Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado protestas callejeras desde el mes pasado en Caracas y otras ciudades del interior del país contra la galopante inflación, el desabastecimiento de bienes básicos y la creciente criminalidad. Las manifestaciones han dejado hasta el momento un saldo de 18 fallecidos y más de 260 heridos.
El presidente Nicolás Maduro sostiene que las protestas son parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado. Esta es la primera crisis que enfrenta el mandatario, de 51 años, que asumió el gobierno en abril del 2013 luego de la muerte de Chávez.
"Me duele todo lo que está pasando, pero yo le pido a mi presidente (Chávez) por medio de su espíritu... que se ponga con mi presidente Maduro", dijo entre llantos la reservista Milagros Pérez al objetar las manifestaciones de las últimas semanas.
Tras su arribo a la capital venezolana, el presidente de Cuba Raúl Castro se trasladó al Cuartel de la Montaña donde rindió honores a Chávez colocando una flor blanca sobre el monumento donde están sus restos. El mandatario de Bolivia, Evo Morales, llegó la víspera al país para participar también en los actos programados para recordar a Chávez.
El gobierno tiene previsto realizar un desfile cívico-militar y una concentración en el oeste de Caracas para conmemorar al fallecido líder político.
Algunas de las avenidas del este de Caracas fueron bloqueadas con barricadas armadas con materiales de construcción, desechos, troncos de árboles, muebles y electrodomésticos viejos, lo que generó un fuerte congestionamiento de vehículos en algunos puntos de la ciudad.
Al ritmo del sonido de cornetas y pitos decenas de manifestantes, mayoritariamente de clase media, comenzaron a aglomerarse en la madrugada en algunas calles del municipio El Hatillo para iniciar el bloqueo de las vías.
Desde una pequeña camioneta eran bajadas grandes bolsas de desechos y materiales de construcción mientras algunos jóvenes se metían entre matorrales para sacar troncos de árboles que eran cargados entre varios hasta las barricadas.
"No se puede conmemorar a un tirano que solamente se ocupó de comprar conciencias y amparar la impunidad... cómo se puede celebrar cuando tenemos una delincuencia desbordada, impunidad, maltratos policiales y lo más importante, carencia de recursos y alimentos", afirmó un manifestante que pidió ser identificado solamente como U. Zolano por temor, al cuestionar los actos que ha programado el gobierno para recordar a Chávez. El exmandatario murió el 5 de marzo de 2013 tras combatir por casi dos años un cáncer.
Zolano defendió las protestas callejeras y afirmó que son un pedido de auxilio "para los presidentes que se atreven a llegar a Venezuela y ser cómplices, de igual manera por intereses, de la mano opresora de un grupo que solamente quiere profundizar ideales social comunistas".
Mientras tanto, en los alrededores de la barriada pobre de 23 de Enero, al oeste de la capital, se vivía una realidad muy diferente.
Desde tempranas horas centenares de personas, algunas portando banderas venezolanas, hacían una larga fila para visitar el Cuartel de la Montaña donde están los restos de Chávez.
"Le doy gracias a él (Chávez) porque en verdad me despertó a mí y a mi gente", afirmó Soraida Vega, una seguidora del gobierno, mientras esperaba para ingresar al museo donde están los restos del exmandatario.
Agregó que "no tenemos que dejarnos quitar por estos pitiyanquis (pro americanos), estos traidores", al rechazar las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro que ya llevan más de tres semanas.
Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado protestas callejeras desde el mes pasado en Caracas y otras ciudades del interior del país contra la galopante inflación, el desabastecimiento de bienes básicos y la creciente criminalidad. Las manifestaciones han dejado hasta el momento un saldo de 18 fallecidos y más de 260 heridos.
El presidente Nicolás Maduro sostiene que las protestas son parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado. Esta es la primera crisis que enfrenta el mandatario, de 51 años, que asumió el gobierno en abril del 2013 luego de la muerte de Chávez.
"Me duele todo lo que está pasando, pero yo le pido a mi presidente (Chávez) por medio de su espíritu... que se ponga con mi presidente Maduro", dijo entre llantos la reservista Milagros Pérez al objetar las manifestaciones de las últimas semanas.
Tras su arribo a la capital venezolana, el presidente de Cuba Raúl Castro se trasladó al Cuartel de la Montaña donde rindió honores a Chávez colocando una flor blanca sobre el monumento donde están sus restos. El mandatario de Bolivia, Evo Morales, llegó la víspera al país para participar también en los actos programados para recordar a Chávez.
El gobierno tiene previsto realizar un desfile cívico-militar y una concentración en el oeste de Caracas para conmemorar al fallecido líder político.
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