Las autoridades migratorias de Estados Unidos han tomado represalias contra unos 20 inmigrantes en huelga de hambre en un centro de detención de Washington y sus simpatizantes mediante reclusión en solitario, dijeron activistas el jueves, al tiempo que dos grupos legales interpusieron una demanda para que esa práctica cese.
La Policía de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) negó estar cobrando venganza, y dijo que quienes fueron separados del resto de los internos habían sido acusados de intimidar a otros para unirse a la huelga.
"Si bien la ICE respeta plenamente los derechos de todas las personas a expresar su opinión sin interferencia, cuando estas expresiones infringen los derechos civiles de otros, la ICE tiene la obligación de actuar", dijo la agencia en un correo electrónico.
Al menos 750 detenidos participaron en una huelga de hambre hace cerca de un mes para protestar contra las leyes migratorias de Estados Unidos, así como por las condiciones de vida en el Centro de Detención del Noroeste, ubicado en Tacoma, el cual alberga a casi 1.300 personas que son investigadas para su posible deportación. Algunos comenzaron otra huelga de hambre el 24 de marzo.
Tres días después, los guardias preguntaron a varios si querían reunirse con un vicealcaide. Después que levantaron la mano, fueron esposados y colocados en confinamiento solitario, dijeron activistas.
La Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Washington y el grupo Servicios Legales Columbia demandaron a la ICE y dijeron que pedirán a un juez federal de Tacoma una orden temporal de restricción que suspenda la medida. Se programó una audiencia para el viernes por la mañana.
"Tomar represalias y castigar a los inmigrantes detenidos que participaron en protestas pacíficas es un intento ilegal de coartar la libertad de expresión", dijo la directora legal de la ACLU, Sarah Dunne, en un comunicado. "Como todos los civiles detenidos, tienen el derecho a la libre expresión consagrado en la Carta de Derechos".
En declaraciones juradas presentadas en la corte, tres detenidos señalados como demandantes dijeron que no han hecho nada para intimidar a otros.
"No puedo impugnar las acusaciones en mi contra porque no he recibido información alguna sobre lo que supuestamente hice para intimidar a otros", dijo uno de los demandantes, Ericson Gonzáles.
Los tres han pasado 23 horas al día en celdas aisladas, y la restante están en un pequeño jardín, dijeron.
Los huelguistas han pedido que terminen las deportaciones y se mejoren las condiciones en el centro, como mejor comida y mejor paga por los trabajos que realizan en confinamiento.
La Policía de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) negó estar cobrando venganza, y dijo que quienes fueron separados del resto de los internos habían sido acusados de intimidar a otros para unirse a la huelga.
"Si bien la ICE respeta plenamente los derechos de todas las personas a expresar su opinión sin interferencia, cuando estas expresiones infringen los derechos civiles de otros, la ICE tiene la obligación de actuar", dijo la agencia en un correo electrónico.
Al menos 750 detenidos participaron en una huelga de hambre hace cerca de un mes para protestar contra las leyes migratorias de Estados Unidos, así como por las condiciones de vida en el Centro de Detención del Noroeste, ubicado en Tacoma, el cual alberga a casi 1.300 personas que son investigadas para su posible deportación. Algunos comenzaron otra huelga de hambre el 24 de marzo.
Tres días después, los guardias preguntaron a varios si querían reunirse con un vicealcaide. Después que levantaron la mano, fueron esposados y colocados en confinamiento solitario, dijeron activistas.
La Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Washington y el grupo Servicios Legales Columbia demandaron a la ICE y dijeron que pedirán a un juez federal de Tacoma una orden temporal de restricción que suspenda la medida. Se programó una audiencia para el viernes por la mañana.
"Tomar represalias y castigar a los inmigrantes detenidos que participaron en protestas pacíficas es un intento ilegal de coartar la libertad de expresión", dijo la directora legal de la ACLU, Sarah Dunne, en un comunicado. "Como todos los civiles detenidos, tienen el derecho a la libre expresión consagrado en la Carta de Derechos".
En declaraciones juradas presentadas en la corte, tres detenidos señalados como demandantes dijeron que no han hecho nada para intimidar a otros.
"No puedo impugnar las acusaciones en mi contra porque no he recibido información alguna sobre lo que supuestamente hice para intimidar a otros", dijo uno de los demandantes, Ericson Gonzáles.
Los tres han pasado 23 horas al día en celdas aisladas, y la restante están en un pequeño jardín, dijeron.
Los huelguistas han pedido que terminen las deportaciones y se mejoren las condiciones en el centro, como mejor comida y mejor paga por los trabajos que realizan en confinamiento.
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