Una anciana británica de 89 años de edad se suicidó en la
clínica Dignitas de Suiza, al no poder adaptarse al ritmo de la vida moderna,
se informó en medios británicos.
En una entrevista grabada antes de su muerte, la mujer, de
nombre “Anne”, señaló haber vivido una vida buena, “con muchas aventuras”, pero
que ya estaba cansada de “nadar contra la corriente” en este mundo moderno.
La mujer, según se reporta, no estaba enferma ni inválida al
morir, pero se encontraba cerca de residir en un hogar para ancianos.
En una entrevista para el Sunday Times, la mujer señaló que “esta
era no es en la que crecí para entender… las viejas maneras de hacer las cosas,
ya no existen”.
Para “Anne”, el e-mail acabó con la humanidad de las
relaciones humanas, y la gente se estaba transformando en “robots” frente a sus
pantallas. Debido a su incapacidad para adaptarse a lo que consideraba la nueva
realidad humana, la mujer decidió quitarse la vida en la clínica de suicidio
asistido Dignitas.
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