Diferentes protestas celebradas el lunes en distintos puntos de la capital estadounidense en favor de una reforma migratoria y suspensión de deportaciones terminó con el arresto de al menos tres jóvenes activistas en oficina de la congresista Loretta Sánchez.
El portavoz de la policía del Congreso Shennell Antrobus dijo a The Associated Press que tres personas fueron arrestadas por ingresar ilegalmente a la oficina de la legisladora demócrata por California.
Aparte, tres dreamers de la Coalición Juvenil Inmigrante de Los Angeles (LA-IYC) fueron arrestados horas más tarde en la oficina de Xavier Becerra, dijo Luis Serrano, de LA-IYC. La policía del Congreso no contestó inmediatamente a mensajes que se le dejó para verificar el arresto de los tres dreamers.
Uno de los arrestados en la sede de Sánchez también es dreamer, dijo el activista Antonio Elizondo. Se llaman dreamers a ciertos jóvenes que fueron traídos de niños al país de manera ilegal. El término deriva del proyecto de ley Dream Act.
Los activistas se habían apostado en las oficinas para pedir a los congresistas demócratas por California una actitud más firme para exigir que se ponga un alto a las 1.100 deportaciones diarias que en promedio ejecuta el gobierno federal.
"Usted ha defraudado a sus votantes al no pronunciarse contra las catastróficas políticas de deportaciones y detenciones del gobierno del presidente Barack Obama que han separado a muchas familias en Los Angeles y en el país", dijeron los activistas en una carta que enviaron a Becerra antes de realizar la protesta el lunes.
Sánchez señaló en un comunicado enviado a AP que ella mantiene su presión sobre el gobierno federal "para que adopte las decisiones más compasivas en cuanto a política migratoria" pero no explicó por qué su equipo pidió la intervención de la policía del congreso.
Por su parte, Becerra dijo que respeta "el valor de estos activistas. Y lo que menos deseo es disuadirlos de luchar de manera cívica por una solución justa y sensata a nuestro sistema migratorio disfuncional".
Por otro lado, un centenar de mujeres inició el lunes un ayuno de 48 horas para pedir al Congreso una reforma migratoria y al presidente Barack Obama que emita una medida ejecutiva para suspender las deportaciones, mientras que un tercer grupo de activistas permanecía por tercer día consecutivo en las inmediaciones de la Casa Blanca con el mismo objetivo.
La jornada de manifestaciones ocurrió dos días después de que manifestantes marcharon el sábado en numerosas ciudades del país para protestar por los dos millones de personas que han sido deportadas desde que Obama llegó al poder en 2009.
Marisa Franco, coordinadora de campañas de la Red Nacional de Jornaleros, anunció que al menos tres familiares de deportados iniciarán el martes un ayuno por tiempo indefinido en las inmediaciones de la Casa Blanca, como parte de la campaña nacional #not1more, la cual busca un alto a las deportaciones de inmigrantes con delitos leves.
La Casa Blanca ha manifestado que el gobierno deporta a delincuentes y personas que representan un peligro para la comunidad, pero el diario New York Times reveló la víspera un análisis de información interna del gobierno según el cual desde que Obama asumió el poder dos tercios de los casi dos millones de deportados son personas que han cometido infracciones menores, entre ellas transgresiones a las regulaciones de tráfico vehicular, como manejar bajo los efectos del alcohol, o que no tenían ningún antecedente delictivo.
El 20% de los casos, cerca de 394.000 son de personas que cometieron delitos graves, entre ellos algunos relacionados con drogas, de acuerdo con los documentos gubernamentales sobre más de 3,2 millones de deportaciones en 10 años, que el diario obtuvo bajo la Ley de Libertad de Información.
La mexicana María Galván viajó desde Los Angeles para ayunar y presionar a favor de una reforma migratoria porque ella y su esposo tienen miedo a ser deportados, pese a que sus dos hijas de 24 y 23 años se han beneficiado de la suspensión de deportaciones ordenado en 2012 por la Casa Blanca a favor de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.
"Las mujeres demostraremos nuestro coraje con el sacrificio del ayuno. Queremos que el Congreso también demuestre valor aprobando una reforma migratoria", dijo a AP la estilista de 44 años.
Obama ha reiterado su renuencia a suspender más deportaciones alegando que la única solución permanente es una reforma legislativa.
El Congreso mantiene en el limbo la reforma migratoria ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata.
El portavoz de la policía del Congreso Shennell Antrobus dijo a The Associated Press que tres personas fueron arrestadas por ingresar ilegalmente a la oficina de la legisladora demócrata por California.
Aparte, tres dreamers de la Coalición Juvenil Inmigrante de Los Angeles (LA-IYC) fueron arrestados horas más tarde en la oficina de Xavier Becerra, dijo Luis Serrano, de LA-IYC. La policía del Congreso no contestó inmediatamente a mensajes que se le dejó para verificar el arresto de los tres dreamers.
Uno de los arrestados en la sede de Sánchez también es dreamer, dijo el activista Antonio Elizondo. Se llaman dreamers a ciertos jóvenes que fueron traídos de niños al país de manera ilegal. El término deriva del proyecto de ley Dream Act.
Los activistas se habían apostado en las oficinas para pedir a los congresistas demócratas por California una actitud más firme para exigir que se ponga un alto a las 1.100 deportaciones diarias que en promedio ejecuta el gobierno federal.
"Usted ha defraudado a sus votantes al no pronunciarse contra las catastróficas políticas de deportaciones y detenciones del gobierno del presidente Barack Obama que han separado a muchas familias en Los Angeles y en el país", dijeron los activistas en una carta que enviaron a Becerra antes de realizar la protesta el lunes.
Sánchez señaló en un comunicado enviado a AP que ella mantiene su presión sobre el gobierno federal "para que adopte las decisiones más compasivas en cuanto a política migratoria" pero no explicó por qué su equipo pidió la intervención de la policía del congreso.
Por su parte, Becerra dijo que respeta "el valor de estos activistas. Y lo que menos deseo es disuadirlos de luchar de manera cívica por una solución justa y sensata a nuestro sistema migratorio disfuncional".
Por otro lado, un centenar de mujeres inició el lunes un ayuno de 48 horas para pedir al Congreso una reforma migratoria y al presidente Barack Obama que emita una medida ejecutiva para suspender las deportaciones, mientras que un tercer grupo de activistas permanecía por tercer día consecutivo en las inmediaciones de la Casa Blanca con el mismo objetivo.
La jornada de manifestaciones ocurrió dos días después de que manifestantes marcharon el sábado en numerosas ciudades del país para protestar por los dos millones de personas que han sido deportadas desde que Obama llegó al poder en 2009.
Marisa Franco, coordinadora de campañas de la Red Nacional de Jornaleros, anunció que al menos tres familiares de deportados iniciarán el martes un ayuno por tiempo indefinido en las inmediaciones de la Casa Blanca, como parte de la campaña nacional #not1more, la cual busca un alto a las deportaciones de inmigrantes con delitos leves.
La Casa Blanca ha manifestado que el gobierno deporta a delincuentes y personas que representan un peligro para la comunidad, pero el diario New York Times reveló la víspera un análisis de información interna del gobierno según el cual desde que Obama asumió el poder dos tercios de los casi dos millones de deportados son personas que han cometido infracciones menores, entre ellas transgresiones a las regulaciones de tráfico vehicular, como manejar bajo los efectos del alcohol, o que no tenían ningún antecedente delictivo.
El 20% de los casos, cerca de 394.000 son de personas que cometieron delitos graves, entre ellos algunos relacionados con drogas, de acuerdo con los documentos gubernamentales sobre más de 3,2 millones de deportaciones en 10 años, que el diario obtuvo bajo la Ley de Libertad de Información.
La mexicana María Galván viajó desde Los Angeles para ayunar y presionar a favor de una reforma migratoria porque ella y su esposo tienen miedo a ser deportados, pese a que sus dos hijas de 24 y 23 años se han beneficiado de la suspensión de deportaciones ordenado en 2012 por la Casa Blanca a favor de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.
"Las mujeres demostraremos nuestro coraje con el sacrificio del ayuno. Queremos que el Congreso también demuestre valor aprobando una reforma migratoria", dijo a AP la estilista de 44 años.
Obama ha reiterado su renuencia a suspender más deportaciones alegando que la única solución permanente es una reforma legislativa.
El Congreso mantiene en el limbo la reforma migratoria ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata.
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