Partidarios de la reforma a las leyes de inmigración comenzaron el jueves un ayuno de cuatro días en Richmond con la esperanza de obtener apoyo para su causa y llamar la atención de dos poderosos congresistas de Virginia.
El acontecimiento forma parte de la campaña nacional "Ayuno por las Familias en todo Estados Unidos" que ha llevado dos autobuses llenos de activistas a 30 estados en las últimas semanas. Los organizadores de la campaña establecieron una carpa en un parque cerca del centro con el fin de que sirva de cuartel general para su permanencia en Richmond antes de dirigirse de regreso a Washington, D.C. la próxima semana.
Miembros de la organización realizaron un ayuno de 22 días frente al Capitolio federal en noviembre antes de embarcarse en su recorrido de 75 distritos del Congreso, incluido el de Eric Cantor, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, en Virginia. Yanet Limón, de 18 años, dijo que ella y otros pocos activistas se reunieron con personal de Cantor el jueves por la mañana, pero no obtuvieron un compromiso sobre la reforma a la inmigración.
John Boehner, presidente de la cámara baja, se ha negado a programar una votación en torno a una ley integral que aprobó el Senado en junio, y ha dicho que es improbable que sea aprobada este año en el recinto legislativo dominado por el Partido Republicano.
Eliseo Medina, líder de Ayuno por las Familias, dijo en una conferencia de prensa que Virginia es crucial en el debate debido a la influencia de Cantor y del legislador Bob Goodlatte, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes.
"Estos dos tienen una responsabilidad moral de actuar, para asegurarse que se realice una votación en el Congreso de Estados Unidos", subrayó, al tiempo que agregó que espera que el ayuno "toque sus corazones".
Michel Zajur, director general de la Cámara Hispana de Comercio de Virginia, elogió el espíritu empresarial de los inmigrantes, y Jim Wallis, de la organización cristiana de justicia social Soujourners, acentuó el aspecto religioso de la reforma a la inmigración.
"No arreglar un sistema descompuesto debido a la política es un fracaso religioso", señaló.
Junto con el ayuno, los activistas planean una serie de reuniones comunitarias y servicios de oración durante el domingo.
El acontecimiento forma parte de la campaña nacional "Ayuno por las Familias en todo Estados Unidos" que ha llevado dos autobuses llenos de activistas a 30 estados en las últimas semanas. Los organizadores de la campaña establecieron una carpa en un parque cerca del centro con el fin de que sirva de cuartel general para su permanencia en Richmond antes de dirigirse de regreso a Washington, D.C. la próxima semana.
Miembros de la organización realizaron un ayuno de 22 días frente al Capitolio federal en noviembre antes de embarcarse en su recorrido de 75 distritos del Congreso, incluido el de Eric Cantor, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, en Virginia. Yanet Limón, de 18 años, dijo que ella y otros pocos activistas se reunieron con personal de Cantor el jueves por la mañana, pero no obtuvieron un compromiso sobre la reforma a la inmigración.
John Boehner, presidente de la cámara baja, se ha negado a programar una votación en torno a una ley integral que aprobó el Senado en junio, y ha dicho que es improbable que sea aprobada este año en el recinto legislativo dominado por el Partido Republicano.
Eliseo Medina, líder de Ayuno por las Familias, dijo en una conferencia de prensa que Virginia es crucial en el debate debido a la influencia de Cantor y del legislador Bob Goodlatte, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes.
"Estos dos tienen una responsabilidad moral de actuar, para asegurarse que se realice una votación en el Congreso de Estados Unidos", subrayó, al tiempo que agregó que espera que el ayuno "toque sus corazones".
Michel Zajur, director general de la Cámara Hispana de Comercio de Virginia, elogió el espíritu empresarial de los inmigrantes, y Jim Wallis, de la organización cristiana de justicia social Soujourners, acentuó el aspecto religioso de la reforma a la inmigración.
"No arreglar un sistema descompuesto debido a la política es un fracaso religioso", señaló.
Junto con el ayuno, los activistas planean una serie de reuniones comunitarias y servicios de oración durante el domingo.
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