El número de crías de langostas frente a la costa rocosa de Maine sigue disminuyendo de manera constante, lo que posiblemente presagie el fin de las capturas récord recientes que han impulsado la industria en la zona de Nueva Inglaterra, dijeron los científicos.
Un sondeo de la Universidad de Maine en 11 localidades langosteras sobre el Golfo de Maine indica que las crías de langosta bajaron en más de 50% en comparación con el nivel de 2007, algo significativo porque las langostas se demoran unos ocho años en llegar al tamaño legal de captura.
La tendencia a la baja preocupa a pescadores de langostas, minoristas, autoridades estatales y científicos preocupados de que el impacto se haga sentir pronto en las cocinas de todo el país. Las langostas de Maine representaron 85% de la captura nacional en 2012.
Temperaturas más cálidas del mar, contaminación, condiciones atmosféricas y cambios en los hábitos predatorios de otras especies, así como la disponibilidad de alimentos, son factores a tomar en cuenta, dicen los científicos, autoridades estatales y líderes del sector. Las langostas son muy sensibles a cambios menores en la temperatura del agua, afirman los científicos.
Funcionarios del Departamento de Recursos Marinos de Maine afirman que la declinación no parece ser consecuencia de exceso de pesca, como alegan algunos grupos ambientalistas.
En los últimos tres años ha habido capturas récord de langosta en Maine, más de 158 millones de kilos (350 millones de libras), por mucho la mayor cantidad en cualquier período de tres años, según información estatal que se lleva desde 1880. El valor de la captura ha sobrepasado los 1.000 millones de dólares por primera vez.
Las capturas grandes por lo general siguen a altos niveles de asentamiento de crías de langosta en años anteriores, el proceso en que las crías llegan al lecho marino y crecen. El gran aumento en la captura en años recientes sigue a un fuerte asentamiento a mediados de los años 2000, dicen científicos universitarios.
Pero ese ritmo quizás no sea sostenible, afirma Carl Wilson, biólogo estatal especializado en langostas.
"Es el primer indicador de que la situación pudiera cambiar en el futuro", dijo Wilson. "Se cree que el bajo nivel de asentamiento llevará en el futuro a menos capturas".
Los huevos de las langostas de Maine eclosionan a principios del verano y las larvas nadan libremente durante seis u ocho semanas antes de asentarse en el lecho marino, cuando tienen aproximadamente dos centímetros de largo. Buzos de la Universidad de Maine le siguen la pista a estos asentamientos desde finales de la década de 1980.
El Indice de Asentamiento de Langostas le sigue la pista a 13 zonas, 11 de las cuales están en el Golfo de Maine, dos en Canadá y tres en Massachusetts. Todas mostraron declives, dijeron los científicos.
Los especialistas también le siguen la pista a las crías de langosta en otras regiones, frente a Rhode Island y en Buzzards Bay, Massachusetts, pero en esos lugares observaron un aumento de las crías el año pasado.
La cantidad de langostas que cumplen su primer año pudiera estar reduciéndose debido a varios factores, dijo Rick Wahle, el creador del índice y ecologista marino de la universidad. Una posibilidad es la temperatura del océano, que en el Golfo de Maine comenzó a aumentar rápidamente en 2004, dijo. La temperatura en la superficie del Golfo de Maine ha aumentado un promedio de 0,026 grados Celsius al año desde 1982, pero después de 2004 el ritmo aumentó a 0,26 grados por año, según un informe de 2013 de la Oceanography Society.
Un sondeo de la Universidad de Maine en 11 localidades langosteras sobre el Golfo de Maine indica que las crías de langosta bajaron en más de 50% en comparación con el nivel de 2007, algo significativo porque las langostas se demoran unos ocho años en llegar al tamaño legal de captura.
La tendencia a la baja preocupa a pescadores de langostas, minoristas, autoridades estatales y científicos preocupados de que el impacto se haga sentir pronto en las cocinas de todo el país. Las langostas de Maine representaron 85% de la captura nacional en 2012.
Temperaturas más cálidas del mar, contaminación, condiciones atmosféricas y cambios en los hábitos predatorios de otras especies, así como la disponibilidad de alimentos, son factores a tomar en cuenta, dicen los científicos, autoridades estatales y líderes del sector. Las langostas son muy sensibles a cambios menores en la temperatura del agua, afirman los científicos.
Funcionarios del Departamento de Recursos Marinos de Maine afirman que la declinación no parece ser consecuencia de exceso de pesca, como alegan algunos grupos ambientalistas.
En los últimos tres años ha habido capturas récord de langosta en Maine, más de 158 millones de kilos (350 millones de libras), por mucho la mayor cantidad en cualquier período de tres años, según información estatal que se lleva desde 1880. El valor de la captura ha sobrepasado los 1.000 millones de dólares por primera vez.
Las capturas grandes por lo general siguen a altos niveles de asentamiento de crías de langosta en años anteriores, el proceso en que las crías llegan al lecho marino y crecen. El gran aumento en la captura en años recientes sigue a un fuerte asentamiento a mediados de los años 2000, dicen científicos universitarios.
Pero ese ritmo quizás no sea sostenible, afirma Carl Wilson, biólogo estatal especializado en langostas.
"Es el primer indicador de que la situación pudiera cambiar en el futuro", dijo Wilson. "Se cree que el bajo nivel de asentamiento llevará en el futuro a menos capturas".
Los huevos de las langostas de Maine eclosionan a principios del verano y las larvas nadan libremente durante seis u ocho semanas antes de asentarse en el lecho marino, cuando tienen aproximadamente dos centímetros de largo. Buzos de la Universidad de Maine le siguen la pista a estos asentamientos desde finales de la década de 1980.
El Indice de Asentamiento de Langostas le sigue la pista a 13 zonas, 11 de las cuales están en el Golfo de Maine, dos en Canadá y tres en Massachusetts. Todas mostraron declives, dijeron los científicos.
Los especialistas también le siguen la pista a las crías de langosta en otras regiones, frente a Rhode Island y en Buzzards Bay, Massachusetts, pero en esos lugares observaron un aumento de las crías el año pasado.
La cantidad de langostas que cumplen su primer año pudiera estar reduciéndose debido a varios factores, dijo Rick Wahle, el creador del índice y ecologista marino de la universidad. Una posibilidad es la temperatura del océano, que en el Golfo de Maine comenzó a aumentar rápidamente en 2004, dijo. La temperatura en la superficie del Golfo de Maine ha aumentado un promedio de 0,026 grados Celsius al año desde 1982, pero después de 2004 el ritmo aumentó a 0,26 grados por año, según un informe de 2013 de la Oceanography Society.
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