La ejecución de un recluso en Oklahoma programada para el martes fue suspendida luego una orden emitida la víspera por la Corte Suprema del estado, dijo un portavoz del Departamento de Correccionales.
Clayton Lockett, de 38 años, iba a ser ejecutado por el asesinato en 1999 de Stephanie Nieman, de 19 años. Pero el portavoz de Correccionales Jerry Massie dijo que la orden judicial pone en suspensión el castigo.
La orden, emitida el lunes, canceló también la ejecución programada para el 29 de abril de Charles Warner, sentenciado por la muerte en 1997 de la hija de 11 meses de su compañera de apartamento.
El fallo suspende las ejecuciones hasta que la Corte Suprema del estado pueda debatir la demanda de los reclusos contra el sigilo que rodea la información sobre los fármacos usados en las inyecciones letales. No se ha fijado una fecha para la audiencia.
En tanto, la Corte Suprema rechazó un pedido del fiscal general Scott Pruitt de reconsiderar su fallo.
El pedido presentado el martes por la mañana argumentó que los reclusos condenados a muerte no tienen derecho a esos aplazamientos, que la orden contradice precedentes legales bien establecidos y que la Corte de Apelaciones de Oklahoma tiene jurisdicción exclusiva sobre aplazamientos de ejecución.
En un paso que refleja las crecientes tensiones entre las ramas ejecutiva y judicial en el estado, la gobernadora Mary Fallin concedió un aplazamiento por una semana de la ejecución de Lockett, diciendo que la Corte Suprema de Oklahoma había excedido su autoridad al emitir su propia suspensión.
Oklahoma cambió sus procedimientos el 21 de marzo para permitir el uso de cinco combinaciones posibles de fármacos en las ejecuciones. El estado le informó a los abogados de los reclusos el 1 de abril que los hombres serían ejecutados usando la combinación de midazolam, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio, la cual nunca antes se había usado en el estado, pero no reveló la fuente de los fármacos. Florida ha estado realizando ejecuciones con esa combinación en dosis menores.
Clayton Lockett, de 38 años, iba a ser ejecutado por el asesinato en 1999 de Stephanie Nieman, de 19 años. Pero el portavoz de Correccionales Jerry Massie dijo que la orden judicial pone en suspensión el castigo.
La orden, emitida el lunes, canceló también la ejecución programada para el 29 de abril de Charles Warner, sentenciado por la muerte en 1997 de la hija de 11 meses de su compañera de apartamento.
El fallo suspende las ejecuciones hasta que la Corte Suprema del estado pueda debatir la demanda de los reclusos contra el sigilo que rodea la información sobre los fármacos usados en las inyecciones letales. No se ha fijado una fecha para la audiencia.
En tanto, la Corte Suprema rechazó un pedido del fiscal general Scott Pruitt de reconsiderar su fallo.
El pedido presentado el martes por la mañana argumentó que los reclusos condenados a muerte no tienen derecho a esos aplazamientos, que la orden contradice precedentes legales bien establecidos y que la Corte de Apelaciones de Oklahoma tiene jurisdicción exclusiva sobre aplazamientos de ejecución.
En un paso que refleja las crecientes tensiones entre las ramas ejecutiva y judicial en el estado, la gobernadora Mary Fallin concedió un aplazamiento por una semana de la ejecución de Lockett, diciendo que la Corte Suprema de Oklahoma había excedido su autoridad al emitir su propia suspensión.
Oklahoma cambió sus procedimientos el 21 de marzo para permitir el uso de cinco combinaciones posibles de fármacos en las ejecuciones. El estado le informó a los abogados de los reclusos el 1 de abril que los hombres serían ejecutados usando la combinación de midazolam, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio, la cual nunca antes se había usado en el estado, pero no reveló la fuente de los fármacos. Florida ha estado realizando ejecuciones con esa combinación en dosis menores.
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