Representantes demócratas revelaron el lunes su respuesta al presupuesto republicano presentado por Paul Ryan, la cual contempla un alza de impuestos por 1,5 billones de dólares en los próximos 10 años y los beneficios económicos de una reforma a las leyes de inmigración para que las cifras cuadren.
El plan del Chris Van Hollen, demócrata por Maryland, se basa en cientos de miles de millones de dólares más en ingresos fiscales de manos de trabajadores inmigrantes para ayudar a compensar déficits de hasta 600.000 millones para 2024. La medida también es un apoyo a la exhortación del presidente Barack Obama de gastar más en infraestructura y mantener las prestaciones sociales por desempleo a los que llevan mucho tiempo sin trabajo.
"Mientras los republicanos plantean eliminar gastos que impulsan la economía y ayudan al país a salir adelante en la economía del siglo XXI, nosotros invertimos en la educación, la infraestructura y las investigaciones que salvan vidas", dijo Van Hollen.
El plan de Ryan contempla un presupuesto equilibrado para 2024 mediante la derogación de cláusulas de la Ley de Servicios Médicos Asequibles y reducciones en el gasto de manera general en el presupuesto federal. Los dos planes serán sometidos a votos esta semana y la perspectiva es que la propuesta de Ryan, republicano por Wisconsin, se apruebe.
Sin embargo, el debate sobre el presupuesto en este año de elecciones legislativas tiene más que ver con atraer a los electores de base de los respectivos partidos que un intento genuino de encontrar soluciones de consenso a los problemas fiscales del gobierno. En su lugar, un acuerdo entre Ryan y la presidenta de la Comisión de Presupuesto del Senado, Patty Murray, demócrata por Washington, ya ha fijado los parámetros para la próxima vuelta de votaciones sobre las leyes de asignación de fondos para 2015, que se aprobaron en diciembre.
El plan de Van Hollen no toca el llamado Obamacare ni tampoco el plan federal Medicare, mientras que el de Ryan contempla echar atrás los beneficios de la ley de servicios médicos y modificar significativamente el Medicare para los futuros retirados que ahora tienen 55 años o menos. El plan de Ryan contempla ampliar los alivios fiscales reembolsables para los trabajadores de bajos ingresos y entregarlos a los trabajadores sin hijos, como ha pedido Obama.
El plan demócrata contempla un déficit de 637.000 millones de dólares para 2024, equivalente a 2,3% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso ofrece una estabilidad relativa a la deuda nacional como proporción del PIB. Según la situación en este momento, la Oficina de Presupuesto del Congreso prevé un déficit de 1,1 billones de dólares en 2024.
El plan del Chris Van Hollen, demócrata por Maryland, se basa en cientos de miles de millones de dólares más en ingresos fiscales de manos de trabajadores inmigrantes para ayudar a compensar déficits de hasta 600.000 millones para 2024. La medida también es un apoyo a la exhortación del presidente Barack Obama de gastar más en infraestructura y mantener las prestaciones sociales por desempleo a los que llevan mucho tiempo sin trabajo.
"Mientras los republicanos plantean eliminar gastos que impulsan la economía y ayudan al país a salir adelante en la economía del siglo XXI, nosotros invertimos en la educación, la infraestructura y las investigaciones que salvan vidas", dijo Van Hollen.
El plan de Ryan contempla un presupuesto equilibrado para 2024 mediante la derogación de cláusulas de la Ley de Servicios Médicos Asequibles y reducciones en el gasto de manera general en el presupuesto federal. Los dos planes serán sometidos a votos esta semana y la perspectiva es que la propuesta de Ryan, republicano por Wisconsin, se apruebe.
Sin embargo, el debate sobre el presupuesto en este año de elecciones legislativas tiene más que ver con atraer a los electores de base de los respectivos partidos que un intento genuino de encontrar soluciones de consenso a los problemas fiscales del gobierno. En su lugar, un acuerdo entre Ryan y la presidenta de la Comisión de Presupuesto del Senado, Patty Murray, demócrata por Washington, ya ha fijado los parámetros para la próxima vuelta de votaciones sobre las leyes de asignación de fondos para 2015, que se aprobaron en diciembre.
El plan de Van Hollen no toca el llamado Obamacare ni tampoco el plan federal Medicare, mientras que el de Ryan contempla echar atrás los beneficios de la ley de servicios médicos y modificar significativamente el Medicare para los futuros retirados que ahora tienen 55 años o menos. El plan de Ryan contempla ampliar los alivios fiscales reembolsables para los trabajadores de bajos ingresos y entregarlos a los trabajadores sin hijos, como ha pedido Obama.
El plan demócrata contempla un déficit de 637.000 millones de dólares para 2024, equivalente a 2,3% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso ofrece una estabilidad relativa a la deuda nacional como proporción del PIB. Según la situación en este momento, la Oficina de Presupuesto del Congreso prevé un déficit de 1,1 billones de dólares en 2024.
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