Desde la lejana Canadá hasta pequeños pueblos polacos, peregrinos arribaban el sábado a lugares vinculados con el papa Juan Pablo II para conciertos y servicios de oraciones en la víspera de su canonización.
Miles se estaban congregando en las estrechas calles del centro de Cracovia, donde Karol Wojtyla sirvió como sacerdote y obispo por más de 30 años antes de ser elegido papa y tomar el nombre de Juan Pablo II. Sorpresivamente, el líder de la iglesia católica de un país gobernado por comunistas anti iglesia.
Una muchedumbre se congregó para ver un espectáculo multimedia proyectado en la pared del Palacio de los Obispos de Cracovia, donde Wojtyla residió en los sesenta y setenta. Las proyecciones recordaron sus diálogos de broma con miles de personas congregadas en la calle, mientras él estaba parado junto a una ventana, conocida ahora como "la ventana papal".
Pantallas gigantes fueron colocadas en diversas ciudades polacas para que las muchedumbres puedan ver en directo la canonización del domingo en el Vaticano, en una ceremonia sin precedentes en la que el papa Francisco, ayudado por el papa retirado Benedicto XVI, declarará santos a dos pontífices del siglo XX: Juan Pablo II y Juan XXII.
"Es un gran evento para nosotros los polacos, porque nuestro compatriota va a ser honrado ante todo el mundo", dijo Jadwiga Grzelak, que viajó cinco horas con un grupo e feligreses desde Lutotow, en el centro de Polonia, para los eventos.
También llegaban peregrinos al pueblo natal de Juan Pablo, Watowice, en el sur del país, que estaba decorado con banderas nacionales y los colores papales —amarillo y blanco— y con el retrato del venerado pontífice en algunas ventanas.
Dos escenarios fueron instalados en la plaza frente a la casa donde Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920, y frente a la vecina basílica, donde fue bautizado. Estaban planeados conciertos para el domingo en agradecimiento por la canonización de uno de los polacos más célebres en la historia.
"Pienso que a veces Polonia no recibe mucho reconocimiento, así que todo lo relacionado con el papa Juan Pablo es importante para este país", dijo Sara Szpila, de Vancouver, Canadá.
Juan Pablo sigue siendo especial para sus compatriotas por haber inspirado la caída del comunismo en Polonia, por su respaldo al movimiento Solidaridad que logró eso pacíficamente en 1989 y por sus enseñanzas centradas en derechos humanos y dignidad.
Su contribución a la caída de la Cortina de Hierro en Europa es apreciada aún por aquellos en el poder aquel entonces.
El canciller federal alemán en aquellos días, Helmut Kohl, dijo en una carta abierta publicada el sábado que el papa "tuvo un papel muy considerable en el derribo del Muro de Berlín y en hacer posible el fin pacífico de la división de Alemania y de Europa", dijo Kohl.
Miles se estaban congregando en las estrechas calles del centro de Cracovia, donde Karol Wojtyla sirvió como sacerdote y obispo por más de 30 años antes de ser elegido papa y tomar el nombre de Juan Pablo II. Sorpresivamente, el líder de la iglesia católica de un país gobernado por comunistas anti iglesia.
Una muchedumbre se congregó para ver un espectáculo multimedia proyectado en la pared del Palacio de los Obispos de Cracovia, donde Wojtyla residió en los sesenta y setenta. Las proyecciones recordaron sus diálogos de broma con miles de personas congregadas en la calle, mientras él estaba parado junto a una ventana, conocida ahora como "la ventana papal".
Pantallas gigantes fueron colocadas en diversas ciudades polacas para que las muchedumbres puedan ver en directo la canonización del domingo en el Vaticano, en una ceremonia sin precedentes en la que el papa Francisco, ayudado por el papa retirado Benedicto XVI, declarará santos a dos pontífices del siglo XX: Juan Pablo II y Juan XXII.
"Es un gran evento para nosotros los polacos, porque nuestro compatriota va a ser honrado ante todo el mundo", dijo Jadwiga Grzelak, que viajó cinco horas con un grupo e feligreses desde Lutotow, en el centro de Polonia, para los eventos.
También llegaban peregrinos al pueblo natal de Juan Pablo, Watowice, en el sur del país, que estaba decorado con banderas nacionales y los colores papales —amarillo y blanco— y con el retrato del venerado pontífice en algunas ventanas.
Dos escenarios fueron instalados en la plaza frente a la casa donde Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920, y frente a la vecina basílica, donde fue bautizado. Estaban planeados conciertos para el domingo en agradecimiento por la canonización de uno de los polacos más célebres en la historia.
"Pienso que a veces Polonia no recibe mucho reconocimiento, así que todo lo relacionado con el papa Juan Pablo es importante para este país", dijo Sara Szpila, de Vancouver, Canadá.
Juan Pablo sigue siendo especial para sus compatriotas por haber inspirado la caída del comunismo en Polonia, por su respaldo al movimiento Solidaridad que logró eso pacíficamente en 1989 y por sus enseñanzas centradas en derechos humanos y dignidad.
Su contribución a la caída de la Cortina de Hierro en Europa es apreciada aún por aquellos en el poder aquel entonces.
El canciller federal alemán en aquellos días, Helmut Kohl, dijo en una carta abierta publicada el sábado que el papa "tuvo un papel muy considerable en el derribo del Muro de Berlín y en hacer posible el fin pacífico de la división de Alemania y de Europa", dijo Kohl.
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