Una peligrosa ruta que transitaban con frecuencia indocumentados entre Guatemala y Los Angeles y que fue cambiada por los secuestros y muertes causadas por narcotraficantes, volvió a activarse en el 2013, de acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense.
El tramo de 5 mil kilómetros bordea el Golfo de México hasta Houston, Texas, desde donde partían luego hacia Los Angeles, en California, reportó el diario La Opinión.
Se trata de una ruta conocida y bien organizada por traficantes de personas (coyotes) que cada año mueve a cientos de indocumentados con ganancias todavía por establecerse.
La ruta es usada principalmente por centroamericanos que tratan de llegar a Estados Unidos en busca de un trabajo. Los centros operativos del trayecto han sido focalizados en la frontera de Reynosa, Tamaulipas, con McAllen, Texas, dijo el diario.
Según el reportaje, los coyotes se mueven en colusión con autoridades corruptas y miembros de cárteles de la droga que operan la ruta, como los temidos Zetas, responsables de un gran porcentaje de los más de 60 mil muertos que ha dejado la guerra contra los carteles iniciada en 2006.
Cada inmigrante, dijo el diario, para unos $5,000 por el cruce. Pero en un elevado número de casos la peligrosa travesía termina en muerte y abandono en la frontera entre ambos países.
De acuerdo con informes de la Patrulla Fronteriza, en el punto de la frontera entre Tamaulipas y McCallen las detenciones de indocumentados aumentaron en un 80% en 2013. En los demás puntos de la frontera entre ambos países las detenciones disminuyeron.
El diario La Opinión reportó que un reciente estudio de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) destacó que la ruta que están siguiendo los indocumentados cambió del desierto de Arizona hacia el Valle de Río Grande, en Texas, en la frontera con McAllen.
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