De acuerdo a una campaña lanzada este martes, Los niños que emigran solos y sin papeles hacia a Estados Unidos viven una “crisis nacional” a la que el gobierno de Washington debe responder con fondos para ayudarlos, no con la deportación.
“Estamos pidiendo que se identifiquen y provean los recursos necesarios para proteger a estos niños vulnerables, porque se trata de una crisis nacional”, explicó en entrevista David Vásquez, un reverendo luterano de Decorah (Iowa), que viajó a Washington para el lanzamiento de la campaña “Acto de Amor” (Act of Love).
“Tenemos que trabajar juntos para encontrar soluciones, porque este problema no va a desaparecer de la noche a la mañana”, enfatizó Vásquez, quien trabajó con las comunidades afectadas por la redada contra trabajadores indocumentados en Postville (Iowa) en mayo del 2008.
Como parte de la campaña del Servicio Luterano para Inmigración y Refugiados (LIRS), los organizadores enviaron este martes una petición al presidente Barack Obama, al líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, y al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, en busca de ayuda.
En el documento, la campaña de LIRS pide fondos de emergencia para ayudar a los niños; mejores protecciones para garantizar su bienestar, y acciones conjuntas con las comunidades de fe, la ONU, grupos no gubernamentales, y los países de donde provienen los niños, principalmente México y Centroamérica.
Arturo Mutijima, oriundo de Kenya y criado en Alemania, se graduará en las próximas semanas de una secundaria en Baltimore, Maryland y vivió en carne propia la zozobra de llegar solo a un país, sin conocer el idioma y la cultura.
“Esta campaña es muy importante, porque la manera en que hemos venido respondiendo como país a esta crisis, con albergues temporales, no es la más adecuada. Los niños merecen soluciones permanentes que les permitan llevar una vida normal y tengan un futuro prometedor”, dijo Mutijima.
Jeh Johnson, el secretario de Seguridad Nacional declaró recientemente un estado de alerta número cuatro, similar a la emitida durante un huracán, para disponer de recursos para ayudarlos, esto debido al creciente número de niños que cruzan sin la compañía de un adulto.
Las autoridades de salud abrieron la semana pasada un albergue para hasta mil niños en la base aérea de Lackland, en Texas, hacia donde serán trasladados por aire y tierra.
Se calcula que este año, unos 60,000 niños cruzarán ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos sin un adulto.
Ese número podría duplicarse en 2015, y al igual que en otros años, lo hacen para escapar de la pobreza, las drogas y la violencia en sus países.
Según observadores y grupos pro-inmigrantes, la decisión es un reconocimiento de que la situación de los niños se ha desbordado y las autoridades federales no se dan abasto para atender esta crisis humanitaria en la frontera.
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