Un incendio forestal en un pintoresco cañón en Arizona podía crecer a casi el triple, mientras bomberos batallaban para contener las llamas en terreno menos escarpado.
Los líderes de los equipos de bomberos planeaban dejar que las llamas que han estado trepando las paredes del cañón ardan por tierras más llanas y hacia una especie de trampa al norte y el oeste, dijo el viernes el vicecomandante de incidentes Pruett Small.
Eso significa que el incendio pudiera crecer a casi 93 kilómetros cuadrados (36 millas cuadradas) si la lluvia no lo frena.
"Este es el condado más escarpado en el país", dijo. "No podemos enviar bomberos junto a las llamas y hacerles subir. Tenemos que dar la vuelta hasta la cima y crear una caja grande", dijo.
Los objetivos son proteger los 300 edificios amenazados por el incendio en el Cañón Oak Creek, impedir que las llamas avancen hacia las comunidades de Forest Highlands y Kachina Village hacia el este y minimizar el potencial de inundaciones.
Los bomberos dijeron que la batalla contra el incendio ha costado 2,2 millones de dólares hasta el viernes y pudiera tomar hasta 10 días más para controlar las llamas.
Los bomberos aprovecharon el viernes un clima más fresco para mejorar su posición en la lucha contra un incendio, al tiempo que los turistas se vieron obligados a modificar sus planes de viaje.
Cuadrillas de bomberos avanzaron por una autopista serpenteante que es clave en su esfuerzo y prendieron fuego al terreno a fin de restarle combustible al incendio e impedir que la cruce. Los helicópteros arrojaron sustancias químicas en las partes más elevadas del cañón a las que los bomberos no pueden acceder.
Los equipos estuvieron ocupados engrosando una brecha que impedirá que el fuego se expanda hacia las zonas residenciales.
"Puede que haya un aumento de intensidad, pero deseamos que el público sepa que estamos controlando el incendio", destacó Dillon Winiecki, portavoz de los bomberos.
El incendio provocado comenzó el martes y hasta el viernes había quemado más de 30 kilómetros cuadrados (11 pies cuadrados) dentro y en los alrededores del cañón Oak Creek, una pintoresca área de recreo a lo largo de la autopista entre Sedona y Flagstaff que normalmente estaría repleta de turistas con motivo del feriado del Día de los Caídos en Guerras.
El parque estatal Slide Rock figura entre los lugares turísticos que están cerrados.
Las condiciones del clima se ven favorables en los próximos días, con un aumento de humedad y posibilidades de lluvia. Los bomberos establecieron líneas de contención alrededor de un 5% del incendio que se encuentra más cerca del lugar donde comenzó justo al norte del parque.
Los líderes de los equipos de bomberos planeaban dejar que las llamas que han estado trepando las paredes del cañón ardan por tierras más llanas y hacia una especie de trampa al norte y el oeste, dijo el viernes el vicecomandante de incidentes Pruett Small.
Eso significa que el incendio pudiera crecer a casi 93 kilómetros cuadrados (36 millas cuadradas) si la lluvia no lo frena.
"Este es el condado más escarpado en el país", dijo. "No podemos enviar bomberos junto a las llamas y hacerles subir. Tenemos que dar la vuelta hasta la cima y crear una caja grande", dijo.
Los objetivos son proteger los 300 edificios amenazados por el incendio en el Cañón Oak Creek, impedir que las llamas avancen hacia las comunidades de Forest Highlands y Kachina Village hacia el este y minimizar el potencial de inundaciones.
Los bomberos dijeron que la batalla contra el incendio ha costado 2,2 millones de dólares hasta el viernes y pudiera tomar hasta 10 días más para controlar las llamas.
Los bomberos aprovecharon el viernes un clima más fresco para mejorar su posición en la lucha contra un incendio, al tiempo que los turistas se vieron obligados a modificar sus planes de viaje.
Cuadrillas de bomberos avanzaron por una autopista serpenteante que es clave en su esfuerzo y prendieron fuego al terreno a fin de restarle combustible al incendio e impedir que la cruce. Los helicópteros arrojaron sustancias químicas en las partes más elevadas del cañón a las que los bomberos no pueden acceder.
Los equipos estuvieron ocupados engrosando una brecha que impedirá que el fuego se expanda hacia las zonas residenciales.
"Puede que haya un aumento de intensidad, pero deseamos que el público sepa que estamos controlando el incendio", destacó Dillon Winiecki, portavoz de los bomberos.
El incendio provocado comenzó el martes y hasta el viernes había quemado más de 30 kilómetros cuadrados (11 pies cuadrados) dentro y en los alrededores del cañón Oak Creek, una pintoresca área de recreo a lo largo de la autopista entre Sedona y Flagstaff que normalmente estaría repleta de turistas con motivo del feriado del Día de los Caídos en Guerras.
El parque estatal Slide Rock figura entre los lugares turísticos que están cerrados.
Las condiciones del clima se ven favorables en los próximos días, con un aumento de humedad y posibilidades de lluvia. Los bomberos establecieron líneas de contención alrededor de un 5% del incendio que se encuentra más cerca del lugar donde comenzó justo al norte del parque.
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