A estas alturas a la localidad de Wichita Falls, Texas, no le queda más remedio que mezclar toda el agua proveniente de duchas e incluso inodoros (una vez que esta sea tratada) con el agua de sus propios embalses.
Esta medida se debe a que la actual fuerte sequía que azota a la región mantiene sus alertas y es que la fuerte sequía a la que se enfrenta el estado debe afrontar que sus embalses tan sólo mantienen un 25 por ciento de su capacidad.
Como primera medida, Texas ha decidido retratar las aguas residuales hasta que se resuelva esta terrible catástrofe.
A pesar de que la población se ha mostrado muy reacia a esta controvertida decisión, al estado de Texas no le queda otra solución.
Glenn Bartham, alcalde de la ciudad será el primero en beber un vaso de agua como muestra de apoyo a esta inesperada medida.
La Comisión de Calidad Medioambiental deberá certificar que los procedimientos que se van a llevar a cabo hagan al agua apta para el consumo humano.
Hasta que no se obtenga el título de agua potable y apta, el agua no será expuesta en las casas de Texas.
La ciudad ha decidido diseñar un nuevo sistema de depuración para hacer aptas las aguas procedentes de duchas e inodoros.
Una vez pase por este sistema, el agua será enviada al río Big Wichita dónde será depurada de manera natural.
Finalmente el agua volverá al lago Texoma donde se mezclará con el agua limpia para mandarla a los dos embalses
Esta nueva y sorprendente iniciativa no es nueva ya que tiene asentadas sus precedentes en San Antonio y Dallas. En estos casos el agua se reutiliza para regar campos de golf, parques e incluso universidades.
Texas ahora ha querido ir más lejos debido a la extrema situación que padece y reciclará las aguas residuales procedentes de duchas e inodoros.
Para asegurar que se haga con la más absoluta corrección será el propio alcalde el que beba un vaso de agua una vez se mezclen y depuren las aguas.
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