Debido a una serie de declaraciones racistas Donald Sterling, quien ha sido propietario de la franquicia de Los Clippers de los Los Ángeles por 33 años, fue expulsado de por vida de la NBA, que también anuncio trámites para removerlo de esta propiedad.
Si la junta de gobernadores de la NBA aprueba los cargos en contra del actual propietario por una mayoría de tres cuartas partes, lo que se espera que ocurra con facilidad, los Clippers serán vendidos a nuevos dueños.
El empresario, sin embargo, podría demandar a la máxima liga de baloncesto en los tribunales en un intento de mantener el control del equipo. Él y su esposa, Shelly, copropietaria del club, han dicho que quieren continuar con la franquicia, aunque ya fue suspendido de por vida.
Según los términos de la constitución de la NBA, Sterling tiene hasta el 27 de mayo para responder a los cargos en contra, luego que ha estado “bajo fuego” desde la filtración de una grabación de audio el mes pasado en el que se le escucharon frases despectivas en contra de afroamericanos mientras discutía con una "amiga".
El aún propietario del cuadro angelino podrá aparecer en una junta especial de los gobernadores el 3 de junio, para hacer una presentación en la que se puede responder a los cargos.
En un comunicado emitido este lunes, la NBA aseguró que Sterling "de forma significativa socavó los esfuerzos de la Liga para promover la diversidad racial”.
La NBA también dijo que dañó la relación de la entidad con dueños de equipos, jugadores, el personal del equipo Clippers y deterioró la relación de la liga con socios, el mercado, así como líderes del gobierno y la comunidad.
La Asociación Nacional del Basquetbol indicó que Sterling emitió una "falsa y engañosa declaración de prensa" sobre este asunto, otra acción que proporciona argumentos para la terminación de la propiedad de acuerdo con la constitución de la liga.
Sterling, de 80 años de edad, ha sido dueño de los Clippers por 33 años, para ser el propietario de más larga titularidad de la NBA.
La semana pasada el estadounidense anunció que no pagará la multa que se le aplicó de 2 millones 500 mil dólares por sus declaraciones y anticipó que peleará en tribunales para mantenerse como dueño.
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