El papa Francisco anunció el lunes que el próximo mes se reunirá en el Vaticano con un grupo de víctimas de abuso sexual y declaró "cero tolerancia" con cualquier miembro del clero que viole a un menor.
Francisco también reveló que tres obispos son investigados por el Vaticano por razones relacionadas con abuso sexual, aunque no estaba claro si están acusados de cometer abuso en sí o de haberlo ocultado.
"Nadie tiene privilegios", dijo.
La reunión con unas seis víctimas será el primer encuentro de este tipo para el papa, quien ha sido criticado por las víctimas por no expresar solidaridad con ellas aun cuando se ha acercado a otros que sufren.
Francisco dijo que la reunión y una misa en el hotel del Vaticano donde vive se celebrarán a principios del mes próximo. Un comunicado del cardenal de Boston, Sean O'Malley, quien organiza en encuentro, indicó que todavía no están listos los detalles pero que se espera que el encuentro se celebre "en los próximos meses".
"En este asunto tenemos que avanzar. Cero tolerancia", dijo Francisco, quien calificó el abuso de los niños un crimen "horrible" que traiciona a Dios.
Por su parte, el director ejecutivo del principal grupo de víctimas de abuso sexual a manos de religiosos en Estados Unidos, conocido por sus siglas SNAP, restó importancia al encuentro, calificándolo de "sencillamente, sencillamente insignificante".
"La verdad es que se trata de otro gesto, otro golpe de relaciones públicas, otra dosis de simbolismo que no significa nada y no significará una reforma real a la jerarquía de la Iglesia, que está abrumada por los escándalos", dijo David Clohessy, director ejecutivo de SNAP.
Clohessy dijo que el pontífice ha mostrado que es capaz de hacer cambios reales en otras áreas de la Iglesia, como la gobernanza y las finanzas, pero que no ha hecho lo mismo en el asunto de los abusos sexuales.
Pero un abogado estadounidense que representa a víctimas de abuso dijo que esperaba que el encuentro sea "sustancial y significativo" y no para propósitos cosméticos. El abogado Mitchell Garabedian dijo que "reunirse directamente con las víctimas es la herramienta más poderosa que un papa puede usar para comprender el horror del abuso por parte de sacerdotes y porque hay que detenerlo y evitarlo". Agregó que debe haber más de un encuentro de este tipo.
En una conferencia de prensa realizada el lunes a bordo del avión del pontífice a su regreso de Jerusalén, Francisco dijo que viajará a Sri Lanka y Filipinas en enero de 2015, e indicó que pudiera seguir los pasos del papa emérito Benedicto XVI y retirarse cuando crea que no tiene la fuerza para mantenerse en el cargo.
"Tenemos que verlo como una institución. Él abrió una puerta, la puerta de los papas eméritos", dijo Francisco. "Sólo Dios sabe si habrá otros, pero la puerta está abierta".
Si el momento llega, "haré lo que el Señor me diga, rezar y tratar de encontrar la voluntad de Dios. Pero creo que Benedicto XVI no fue un caso único".
Francisco habló con los reporteros durante casi una hora tras su viaje de tres días a Jordania, Cisjordania e Israel, y respondió con candor y humor a las 11 preguntas que se le hicieron.
Pero el pontífice trató de reducir las expectativas sobre su planeado encuentro en el Vaticano el mes próximo con los presidentes de Israel y los palestinos, que anunció durante el viaje, haciendo hincapié en que iban a rezar juntos y que no es una mediación de paz.
"Nos reuniremos a rezar, y después todos se van a casa", afirmó. "Pero creo que la oración es importante, que recemos juntos".
El pontífice dijo que originalmente había pensado en coordinar el encuentro en Jerusalén, pero que desechó la idea debido a los grandes problemas logísticos que significaba. Agregó que ya comenzaron los preparativos y señaló que un rabino y un clérigo islámico se le unirán en las oraciones.
Francisco también reveló que tres obispos son investigados por el Vaticano por razones relacionadas con abuso sexual, aunque no estaba claro si están acusados de cometer abuso en sí o de haberlo ocultado.
"Nadie tiene privilegios", dijo.
La reunión con unas seis víctimas será el primer encuentro de este tipo para el papa, quien ha sido criticado por las víctimas por no expresar solidaridad con ellas aun cuando se ha acercado a otros que sufren.
Francisco dijo que la reunión y una misa en el hotel del Vaticano donde vive se celebrarán a principios del mes próximo. Un comunicado del cardenal de Boston, Sean O'Malley, quien organiza en encuentro, indicó que todavía no están listos los detalles pero que se espera que el encuentro se celebre "en los próximos meses".
"En este asunto tenemos que avanzar. Cero tolerancia", dijo Francisco, quien calificó el abuso de los niños un crimen "horrible" que traiciona a Dios.
Por su parte, el director ejecutivo del principal grupo de víctimas de abuso sexual a manos de religiosos en Estados Unidos, conocido por sus siglas SNAP, restó importancia al encuentro, calificándolo de "sencillamente, sencillamente insignificante".
"La verdad es que se trata de otro gesto, otro golpe de relaciones públicas, otra dosis de simbolismo que no significa nada y no significará una reforma real a la jerarquía de la Iglesia, que está abrumada por los escándalos", dijo David Clohessy, director ejecutivo de SNAP.
Clohessy dijo que el pontífice ha mostrado que es capaz de hacer cambios reales en otras áreas de la Iglesia, como la gobernanza y las finanzas, pero que no ha hecho lo mismo en el asunto de los abusos sexuales.
Pero un abogado estadounidense que representa a víctimas de abuso dijo que esperaba que el encuentro sea "sustancial y significativo" y no para propósitos cosméticos. El abogado Mitchell Garabedian dijo que "reunirse directamente con las víctimas es la herramienta más poderosa que un papa puede usar para comprender el horror del abuso por parte de sacerdotes y porque hay que detenerlo y evitarlo". Agregó que debe haber más de un encuentro de este tipo.
En una conferencia de prensa realizada el lunes a bordo del avión del pontífice a su regreso de Jerusalén, Francisco dijo que viajará a Sri Lanka y Filipinas en enero de 2015, e indicó que pudiera seguir los pasos del papa emérito Benedicto XVI y retirarse cuando crea que no tiene la fuerza para mantenerse en el cargo.
"Tenemos que verlo como una institución. Él abrió una puerta, la puerta de los papas eméritos", dijo Francisco. "Sólo Dios sabe si habrá otros, pero la puerta está abierta".
Si el momento llega, "haré lo que el Señor me diga, rezar y tratar de encontrar la voluntad de Dios. Pero creo que Benedicto XVI no fue un caso único".
Francisco habló con los reporteros durante casi una hora tras su viaje de tres días a Jordania, Cisjordania e Israel, y respondió con candor y humor a las 11 preguntas que se le hicieron.
Pero el pontífice trató de reducir las expectativas sobre su planeado encuentro en el Vaticano el mes próximo con los presidentes de Israel y los palestinos, que anunció durante el viaje, haciendo hincapié en que iban a rezar juntos y que no es una mediación de paz.
"Nos reuniremos a rezar, y después todos se van a casa", afirmó. "Pero creo que la oración es importante, que recemos juntos".
El pontífice dijo que originalmente había pensado en coordinar el encuentro en Jerusalén, pero que desechó la idea debido a los grandes problemas logísticos que significaba. Agregó que ya comenzaron los preparativos y señaló que un rabino y un clérigo islámico se le unirán en las oraciones.
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